Tras vivir horas de tensión, Ferdinando Papale se recupera lenta, pero satisfactoriamente en un centro médico privado de Barquisimeto. No obstante, en sus familiares y seres queridos persiste la sensación de angustia al saber que el joven estuvo muy cerca de la tragedia.
“Dos minutos significaban la diferencia entre la vida y la muerte, según indicaron los propios médicos que atendieron a mi hijo”, contó Jham Papale, padre de Ferdinando.
Y es que la oportuna asistencia que salvó al muchacho de 27 años, solo fue posible gracias al rápido traslado en moto desde el lugar de los hechos hasta el centro de salud. “Quiero agradecer a la persona que trajo a Ferdinando hasta la clínica, pese a que hasta el momento no la conozco. De demorarse un poco más, hubiese llegado a la clínica sin vida”.
Papale relató que su hijo se encontraba en la asamblea de ciudadanos que se efectuaba el viernes en el estacionamiento de EL IMPULSO. Al lugar se acercó una joven a solicitar ayuda para los manifestantes de la avenida Lara con Los Leones.
“Ferdinando llevó a su novia hasta su casa, fue al centro comercial Sambil a comprar agua y Maalox para luego llevarlo a los estudiantes en la Lara. Es decir, mi hijo no era parte de la protesta”.
“Funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, probablemente desde la torre Movilnet, comenzaron a disparar gases lacrimógenos contra la manifestación. Mi hijo se volteó para mirar de donde provenían las bombas y en ese momento sintió el impacto”, prosiguió.
Ya herido, pidió ayuda y una estudiante consiguió al motorizado que lo trasladaría hasta la clínica privada donde recibiría atención. “Cuando llegó a la emergencia, se bajó caminando de la moto y él mismo pidió a los médicos que lo ingresaran”.
En la intervención quirúrgica, los galenos le extrajeron la metra que había penetrado en su abdomen, perforando la pared del estómago y comprometiendo al hígado. La vesícula debió ser retirada de su organismo.
“Gracias a Dios se salvó y ahora se encuentra estable, aunque delicado. Aunque la vesícula se perdió y el estómago está lesionado, el hígado es un órgano noble y con los cuidados adecuados puede regenerarse. Actualmente, lo tienen aislado y bajo estrictos controles, a objeto de impedir que alguna infección complique aún más su condición”.
“Debo agradecer también a los médicos, que actuaron de inmediato y con eficacia para salvarle la vida”, añadió.
Papale hizo un exhorto a la sociedad civil, “no podemos seguir siendo tan indiferentes ante esta situación”.
