Con la presencia de numerosos grupos de apostolado y de cientos de feligreses de las distintas parroquias de la Diócesis de Carora, se realizó el pasado Martes Santo, en horas de la mañana, en la Parroquia Catedral San Juan Bautista la Misa Crismal, en la que monseñor Luis Armando Tineo Rivera, obispo de Carora y los sacerdotes de las Zonas Pastorales de los municipios Torres y Urdaneta, renovaros sus votos sacerdotales y bendijeron los santos óleos.
La Santa Misa inició con un aire de solemnidad llena de fe y de compromiso de parte de los sacerdotes (todos los párrocos de la Diócesis de Carora que abarca los municipios Torres y Urdaneta) y los diáconos presididos por el obispo diocesano, quien es el sucesor de los apóstoles que preside la Diócesis como su legítimo obispo, en comunión con el papa Francisco, sucesor de San Pedro.
Durante la homilía, monseñor Tineo, dio un mensaje a todos los presentes en el cual indicó sentirse muy alegre y con una renovada esperanza por celebrar por segunda vez como obispo de Carora la Santa Misa Crismal, en la cual los sacerdotes junto con él, renovaron sus votos de total comunión con Jesús el Sumo y Eterno Sacerdote y aquellos de obediencia al obispo, quien por voluntad del Señor preside una Diócesis en virtud del don del Espíritu Santo recibido y del envío hecho por Jesús a sus apóstoles y sus sucesores a todo el mundo, para enseñar, santificar y presidir las diversas Iglesias locales.
Por otro lado, les expresó a todos los sacerdotes que “formar un presbiterio no es una realidad que se da por inercia ni por espíritu de gremio. Es fundamentalmente un don, una gracia de otra naturaleza que necesita ser recibida con corazón generoso. Una gracia que necesita ser valorada, y ser vivida como tarea, como oportunidad para edificar el Reino. El mysterium del presbiterio nos alcanza en todo lo que somos, en lo que hacemos y en lo que vivimos. El ministerio ordenado tiene una radical forma comunitaria y puede ser ejercido sólo como una tarea colectiva”.