Robert Pérez, figura emblemática de Cardenales de Lara y de la pelota rentada nacional, anuncia su retiro del béisbol este viernes, luego de 27 temporadas.
“La Pared Negra” jugará por lo que resta de la zafra 2014-2015 de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, antes de colgar los spikes y los guantines de forma definitiva.
Pérez, quien estuvo presente de los cuatro títulos de la franquicia en la LVBP, es considerado el mejor bateador en la historia de la liga.
El nativo de Ciudad Bolívar disputa su campaña número 27 en la LVBP, cantidad que sólo supera Víctor Davalillo con sus 30 zafras de servicio para Leones, Tigres y Llaneros.
Pérez es el líder de todos los tiempos en varios departamentos ofensivos de la liga, como jonrones (124), empujadas (736) y dobles (221).
También es emblema de la dinastía que lograron los pájaros rojos a partir de su primera corona, alcanzada hace más de dos décadas bajo el mando de Domingo Carrasquel.
Cardenales de Lara ha sido su único equipo como pelotero, aunque en series de postemporada defendió los colores de Magallanes, Caribes, Tigres y Bravos.
Debutó con Lara en la temporada 1988-1989 y desde entonces ha ganado cuatro títulos y dos subcampeonatos.
Sus 124 tablazos de vuelta entera le sirvieron para superar el registro anterior en poder de Antonio Armas, aunque esta misma temporada podría perder ese liderato a manos de Eliézer Alfonzo y el propio Alex Cabrera.
Está en un grupo selecto de jugadores con mil o más imparables en la pelota rentada nacional (1.361), en 1.280 encuentros.
Pérez fue firmado inicialmente por los Azulejos de Toronto, equipo con el que estuvo tres temporadas desde 1994.
En 1998 pasó a los Marineros de Seattle y luego vistió los uniformes de Expos de Montreal (1998), Yanquis de Nueva York (2001) y Cerveceros de Milwaukee (2001).
Nunca pudo establecerse en Las Mayores y luego tuvo pasantías en ligas asiáticas, México e Italia, pero siempre tuvo la disposición de jugar en Venezuela desde el inicio de la temporada.
Trabajador incansable, dedicado con el físico, estudioso del juego y líder -dentro y fuera del terreno-, son algunas de las características que convirtieron a Robert Pérez es uno de los bateadores más respetados del circuito.
Este año ha disputado solo tres encuentros con Cardenales. Suma un hit en ocho turnos con par de ponches.
El mánager Félix Fermín aseguró antes del inicio de la temporada que Pérez recibiría el trato respetuoso que se merece un hombre con toda su trayectoria dentro de la organización.
Sin embargo, el bolivarense no ha sido utilizado con regularidad por el estratega quisqueyano, salvo en los compromisos de domingo y martes.
El equipo anunció una rueda de prensa para este viernes, donde seguramente se darán a conocer todos los homenajes que le realizarán al paleador.
Pérez tendrá tiempo de despedirse en todos los estadios de la Liga Venezolana, donde es probable que realicen actos para despedirlo.
En la temporada 1995-1996 fue elegido Jugador Más Valioso, luego de dejar promedio ofensivo de .318, con 12 dobles, seis cuadrangulares y 35 carreras remolcadas. Ese año también ganó el Guante de Oro como jardinero.
En la 2002-2003 fue Productor del Año, mientras en la 2006-2007 tuvo una temporada de ensueño en la que fue reconocido como Más Valioso, Productor del Año y Regreso del Año.
Fue una de sus mejores campañas en cuanto a producción, con 51 carreras producidas, 12 estacazos de cuatro esquinas y promedio ofensivo de .304.
Los parques de la pelota criolla extrañarán los batazos y las buenas jugadas defensivas de uno de los peloteros más carismáticos y productivos de la LVBP.
Apuntes
-Robert Pérez fue firmado en 1988 por Domingo Carrasquel, como jardinero. También firmó en la pelota rentada estadounidense con los Azulejos ese mismo año.
-En la temporada 1989-1990 fue elegido Novato del Año de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, al batear .247, con cuatro dobles, un jonrón y 13 carreras remolcadas para la causa del Cardenales.
-El 20 de julio de 1994 se convirtió en el venezolano número 72 en ver acción en las Grandes Ligas, al debutar con Toronto cuando tenía 25 años de edad.
-En Venezuela siempre usó el número 51 en su espalda. Sin embargo, en Grandes ligas nunca tuvo la oportunidad de portarlo. Con Azulejos usó el 17, con Seattle el 30, Montreal el 12, Yanquis el 48 y con Milwaukee el número 9.
-Coleccionó cinco Guantes de Oro en la LVBP en las temporadas 1993-1994, 1994-1995, 1995-1996, 1996-1997 y 2001-2002.
73 es el número de carreras impulsadas que exhibe Robert Pérez hasta la jornada del jueves, cifra que puede ser elevada por su condición de activo y que seguramente perdurará por muchos años porque quienes lo escoltan ya no están en los diamantes: Víctor Davalillo (662), César Tovar (635), Teolindo Acosta (606), Oswaldo Olivares (516) y Gustavo Gil (493), entre otros.
El gran mentor de su carrera
Domingo Carrasquel estuvo al frente de Cardenales de Lara en el primer título de la franquicia y Robert Pérez fue uno de sus pupilos durante la hazaña que paralizó por completo a todo el estado Lara.
Pérez era apenas un muchacho cuando daba sus primeros pasos bajo la tutela de Carrasquel.
De él aprendió disciplina y un enorme respeto por el juego de pelota. No solo Cardenales tiene mucho que agradecerle a Don Domingo.
“La Pared Negra” estará eternamente agradecido con Carrasquel, quien le tendió la mano desde su llegada a Barquisimeto.
Cuando arribó al parque de la ciudad crepuscular en busca de una oportunidad para convertirse en profesional, fue Carrasquel quien tuvo el ojo clínico para percibir todo el talento.
Parte de la dinastía de Cardenales
Robert Pérez fue pieza clave en la dinastía de Cardenales junto Giovanni Carrara y Luis Sojo, quienes eran los rostros principales de la franquicia durante los años dorados.
“Los compadres” disfrutaban el juego como pocos. La compenetración era evidente en cada compromiso y sufrían cada derrota.
Sojo, quien ganó cinco títulos de bateo con el uniforme de Cardenales, solo tiene palabras de elogio para Robert Pérez. Carrara, por su parte, conoce al guayanés como pocos.
Compañeros de mil batallas, en las buenas y en las malas, en los triunfos y en las derrotas, en los títulos alcanzados y en las finales perdidas.
“Los compadres. se mantienen por nexos tan fuertes como los que los ataban dentro del terreno.