En la Venezuela de hoy donde por todo es colas, escasez, diatriba política, de organizaciones sociales para pedir y resolver problemas de mucha o poca importancia, de cumbres que no se refieren a las alturas que existen en el territorio pero que permiten la movilización de ciudadanos con gastos pagos con los que se llaman verdes y no precisamente los que eran veinte bolívares. Nos encontramos atosigados del hacer lo que no es hacer diariamente, algo así como deseducar, palabra que no existe, pero que su interpretación debe ser educar al revés.
Esta reflexión la traigo a colación, cuando me pregunto: ¿qué beneficio produce en otros, estar en una cola?, ¿De qué sirven las reuniones, foros, conferencias, congresos y concentraciones que se realizan con la finalidad de impulsar el desarrollo nacional si no están incluidos los que saben producir?
Cómo se rasgan las vestiduras y hacen gestos que dan esa sensación de coraje para que en forma convincente hablen de las toneladas a producir en el venidero invierno o verano. Es más, batiendo los brazos se manifiesta que hay fuerzas para producir, y es aquí la otra interrogante: ¿quién, qué, cuándo, dónde y con qué? Si se le hiciese la pregunta a uno solo de los conferencista, se quedaría como pajarito en ramas o saldría a dar explicaciones leguleyas que no van mas allá de no producir.
En varias oportunidades me han comentado que Venezuela es el único país donde el Estado es inmensamente rico y el ciudadano económicamente no es dueño ni de su pobreza ni de su riqueza. Se produce petróleo y ¿quién es el dueño del petróleo? Pero voy mas allá: ¿Quién dispone de eso que se ha llamado renta petrolera?; tengo que afirmar que el gobernante de turno es el que se convierte de la noche a la mañana en el administrador de los derechos políticos, económicos y sociales de todos los venezolanos, porque en la realidad no se nos enseñó a limitarle el poder como norma jurídica, y es así que esa renta petrolera se administra aguas abajo entre vivos de arriba, los apoyo del medio, los justificativos del siguiente y por último el pedigüeño de las esquinas que no cuenta con nada, a no ser por lo que todavía se llama caridad.
Ricos y pobres, dueños ficticios de ese Estado Todopoderoso que acertadamente dijo un dirigente internacional al hacerle la pregunta: ¿Qué es el socialismo? Y contestó: “Comunismo”, es decir gobernantes dueños de un estado rico y ciudadanos esclavos.
Producir no es hablar, son muchos los artículos en los que me he referido a la producción nacional, pero también me he quemado el cuero y las pestañas para aportar ese plato de comida: desayuno, almuerzo y cena a muchos venezolanos y hoy sigo siendo positivo en el quehacer del campo venezolano para todos aquellos que no se prestan al arreo o a ser padrinos políticos de los malos políticos que tenemos, me permito reafirmarlo así, cuando el presidente del Ecuador, se permitió decir que en América, existe hoy una muy mala prensa y como tal muy malos periodistas, porque solo se solicita ese buen comunicador social que él necesita para mantenerse como seudo-político.
Pertenezco al partido de los hacedores, tratando de hacer en los campos y en la ciudad, siempre pensando en una buena alianza, unidos por el progreso del país, convencido de que el país es de todos y no deben existir divisiones a la hora de ser parte de la solución y el bienestar de todos los que aquí vivimos, convertir la diatriba en un discurso de convivencia que nos conduzca a todos aportar en positivo y no fraccionarnos entre grupos de enemigo relativamente invisible, todos sabemos de lo que estamos hablando.
Hay que invertir el tiempo para que retorne la paz, el ánimo de producir, buscar la independencia económica con esfuerzo propio y la producción propia, que nos sintamos orgullosos de producir mas de lo que consumismo y no andar deambulando por el mundo buscando quién nos alimente porque aquí lo que sobra es voluntad y capacidad de cubrirnos las necesidades.
….Unidos todos por el Sistema de Riego Yacambú y el Ferrocarril de la Región….
