Con lágrimas y angustia, Paola Pinargote visitó la redacción del diario EL IMPULSO, la tarde de este martes, para hacer público el clamor de que le otorguen una medida humanitaria a su hija Kimberly Yajure Silva (25), quien enfrenta una condena de diez años de prisión en el anexo uno del Centro Penitenciario David Viloria, impuesta el 8 de diciembre de 2014 por el Tribunal de Juicio 4, por tráfico de droga.
La solicitud que hace la desesperada madre se fundamenta en el grave estado de salud que padece Yajure, diagnosticada de tuberculosis en noviembre del año pasado, y además presenta un hongo criptococo debajo de la oreja, en la parte izquierda del cuello, causante de la meningitis, detectado a través de una biopsia practicada en el primer trimestre de 2014, el cual le produce intensos dolores porque en esa zona se le abrió un orificio de regular tamaño.
Indicó que si bien la joven recibe los medicamentos del Hospital Luis Gómez López, el tratamiento lo recibe en un área extremadamente insalubre, donde no llega luz solar ni corrientes de aire, pero además hay una alcantarilla rebosada de aguas nauseabundas y está obligada a bañarse con agua salada.
Manifestó que ella requiere un beneficio de arresto domiciliario para que se pueda mejorar en la casa.
“No me quiero llevar a mi hija muerta para la casa: quiero que me la entreguen con vida”, exclamó.
Lamentó que en lugar de que se compadezcan de este ser humano, por el contrario, el 3 de agosto Yajure irá de nuevo a una audiencia en el Tribunal de Juicio número 2, a las 10:00 de la mañana, donde aparentemente se reiniciará el proceso en su contra, ya que la Corte de Apelaciones falló a favor del fiscal Ramón Ramones quien estaría considerando que son muy pocos los años de condena para esta mujer.
La defensora del Pueblo en Lara, conoció el caso y se activa para garantizarle el derecho a la vida de Yajure.
Pinargote le hace un llamado a la ministra Iris Valera para que se ponga la mano en el corazón e interceda en el caso.