Los conductores, particulares o del transporte público, tienen que llenarse de calma al momento de comprar una batería para el vehículo. Desde horas de la madrugada, se forman en colas para llevar una unidad de 600, 650, 700, 800 o 1.000 amperios.
En la sede de Titán, de la Zona Industrial I, con la comunidad Barrio Unión, reparten 40 números de turno, en la mañana y tarde, una cantidad insuficiente para las numerosas personas que necesitan una nueva batería.
El precio regulado es de 1.800 bolívares, sin embargo, en el mercado se consiguen desde 4.000 hasta 7.000 bolívares, dependiendo de la marca comercial y de los amperios. Ender Lugo esperaba su turno de compra en la tienda Fulgor, de la avenida Venezuela.
“Deberían atender a más personas por turno, estoy desde las 6.00 de la mañana y quedé para ser atendido en la tarde. Además brindan una pésima atención al público”, manifestó.
Números hasta en 1.000 Bs.
Mientras que Pastor Liscano, otro de los clientes en espera, denunció que se ha vuelto un “negocio” cobrarle a las personas que van a comprar las baterías un turno preferencial en la cola; entre 500 y 1.000 bolívares es el precio de un número para estar entre los primeros clientes en ser atendidos.
En este sentido, exhortó a las compañías dedicadas a vender las baterías a solicitar seguridad para los clientes por cuanto se cometen atracos en las colas, despojándolos de dinero en efectivo, celulares y demás prendas de valor.
Persisten quejas en el sector transporte
Asimismo, los transportistas se quejan por los retrasos en la venta de baterías, esta vez, en la sede de Agropatria, ubicada en la Zona Industrial III de Barquisimeto.
Entre 300 y 500 profesionales del volante acuden a diario, pero finalmente son atendidos menos de 50, lo cual perjudica los ingresos familiares de los conductores de rutas urbanas.
Las unidades permanecen inactivas, generando pérdidas al humilde transportista, tal como lo denunció el presidente de la Ruta 1, José Chirinos.
Tampoco corren con suerte para la venta de aceite de motor.