Por la puerta del sol – Somos aves en un cielo con cadenas

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El autor de la frase que utilizo en el tema de hoy pertenece al ingeniero Felipe Cox.
Como torrente que se despeña, los días van pasando en medio de esta vorágine que todo lo asfixia, que todo oprime. La pezuña de la bestia escarba furiosa el suelo, pone en acción sus taladros de violencia, impone el miedo como punta de lanza para amedrentar, arrasa todo lo que toca como Atila, paradigma de la destrucción, mientras los cartílagos de la miseria derriban las puertas de los hijos de la patria. Cruje la fe de los maltratados, se levantan los ánimos, los latidos del corazón cada vez crecen más y son más fuertes, se multiplica  la rabia y el descontento.
En la película “Rocky VI” de Silvester Stallone, los diálogos entre padre e hijo se asemejan a lo que aquí vivimos hoy, siento como si las siguientes palabras fueran dirigidas a Venezuela:
“Ni tú ni nadie golpeará tan fuerte como la vida, pero no importa lo fuerte que te puedan golpear, importa lo fuerte que puedan golpearte y seguir avanzando, lo mucho que puedas resistir y seguir adelante. Si sabes lo que vales, ve y consigue lo que vales. Pero debes ser capaz de recibir los golpes y no apuntar con el dedo y decir que eres lo que eres por culpa de ese o del otro. ¡Eso lo hacen los cobardes! Y ¡tú no eres un cobarde! ¡Eres mejor que eso! ¡Tú eres capaz de todo!”
El sufrimiento, la pobreza, la falta de respeto y las dificultades son campos de batalla que tienen sus propios héroes, hombres y mujeres valientes, dispuestos a todo por la reconquista de  lo que les han quitado sin la menor consideración.
Llevamos quince años transitando la tortuosa senda, nadie puede negar que exista esta situación aberrante. Para tener una vida nueva, siempre hay que tener un sueño, un qué esperar. Somos actores de nuestra historia, pero no basta con serlo, nadie vuela sin alas ni llega a la orilla sin esfuerzo, nadie gana sin luchar.
Nos hemos dejado vencer por la falta de arrojo, de buscar soluciones, ¿O es que estamos contentos, felices y satisfechos por madrugar a hacer monumentales colas, a  vivir en la inseguridad y el constante miedo, comer mal y adquirir cosas de pésima calidad a altos costos, aceptar la falta de insumos en los hospitales y escuchar todos los días una amenaza, un abuso, un irrespeto?
Es necesario cambiar la mente y actitud, hay que trabajar, cambiar la mentalidad de ser conformes y resignados, de dejar hacer y dejar pasar, que la comunidad se haga sentir, que los  gobernantes exijan los presupuestos y cumplan lo que ofrecieron en sus campañas, y no se conviertan en depredadores de sus regiones, que aparezcan líderes de verdad, soluciones no retoricas, que se vea la acción.
Hay gente que ha vivido en guerra contra sí mismo y contra los demás y, sin embargo no encuentran la paz porque su consigna es nunca jamás…
“Más cuesta mantener el equilibrio de la libertad que soportar el peso de la tiranía. Solo el valor termina los males” (Simón Bolívar)
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