Planteamientos Balance social

Así como se habla de la responsabilidad, en general, la denominada responsabilidad social, es un tema que lejos de circunscribirse a las empresas, ahora abarca el espectro de todas las organizaciones.
Quienes participan directa o indirectamente de la política, es decir, partidos y otras instituciones, no están obligados pero deberían elaborar y presentar un balance social de sus actividades para dar cuenta periódica del impacto que sus programas o acciones tiene sobre las comunidades. En gran medida la sustentabilidad de dichas acciones y de la propia organización descansa en el grado de aceptación que pueda generar y, por ende, traducirse en credibilidad y reputación.
Un dato nada despreciable revela que el 87% de los venezolanos está en contra de las manifestaciones violentas que sectores radicales han propiciado en algunos municipios del país, con todo el saldo negativo que ocasionan. Asimismo, al tiempo de reconocer que “el país va por un mal camino”, el 70% confía en que la vía constitucional es la salida para realizar cualquier cambio en el país.
Llama la atención que ciudadanos que ejercen la representación de organizaciones de diferente naturaleza, se arroguen el derecho de hablar en nombre de todo el país y de sus representados o afiliados, sin autorización para ello, reeditando bajo el mismo formato las acciones que condujeron en épocas recientes al fracaso y la frustración de muchos de sus seguidores.
Especialistas en el tema político, en la presente coyuntura advierten que la baja de popularidad que acumula el gobierno es similar a la que mantiene la oposición, por efectos del mal manejo de la crisis y la posición ambigua frente a las guarimbas, plegarse a la decisión unilateral de Voluntad Popular, y dejar en manos del sector estudiantil una agenda política cuyos objetivos no están suficientemente claros.
En el ambiente de incertidumbre generalizada, la permanencia en el tiempo de las protestas violentas conspira contra su legitimidad y su sustentabilidad como instrumento de lucha política. El saldo de terror que muestra es parte de la falta de visión política. Cuando el gobierno juega al ajedrez político, la dirigencia opositora apuesta a dar “jaque al rey”, jugando en un tablero de ludo. Reconozcámoslo: abril puede marcar el derrotero de esta conflictividad por lo que trae: su significación para el gobierno; la semana santa; la Comisión Mediadora de UNASUR para el diálogo de paz. Entre tanto, a la fecha, solamente FEDECAMARAS puede presentar, en positivo, un balance social.