Pido la palabra – “Libertad”… debemos merecerla

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Hurgar en los orígenes de nuestra crisis y esculpir el horizonte, exigiría un estudio antropológico muy complejo y difícil de entender, además de requerir largos escritos fuera del alcance de un corto análisis de opinión. Sin embargo, trataremos de resumir, lo que a nuestro juicio representa el gran desafío de la sociedad contemporánea, partiendo de la ruina chavista como el eslabón final de la quiebra ética moral de la democracia nacida a partir de 1958 y como catapulta de lo que pudiera representar la edificación de una sociedad justa, equilibrada y productiva.

La mirada de desprecio de la oligarquía y la clase media hacia los pobres, como excusa de la pútrida izquierda radical para esclavizar la sociedad y perpetuarse en el poder, deja de surtir el efecto de manipulación de la ignorancia para sucumbir en el laberinto de las insatisfacciones sociales. Los sectores dominantes rojos se apoderan de lo poco que queda de los medios de producción en la fase final del proceso de control y dominación castrista de Venezuela. Por otra parte, la fuga de capitales nos coloca en una situación de vulnerabilidad absoluta en cuanto a las necesidades de bienes y servicios, dado que los “empresarios” y ricos de fachada roja, prefieren hacer negocios especulando con las bondades de unas variables cambiarias diseñadas para propiciar la corrupción y la riqueza fácil, involucrando en el proceso de ruina nacional a la sociedad en su conjunto. Todos quieren sus dólares preferenciales para salvar el año…

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La colas se agudizan cada día para encerrarnos en el peregrinar de la sobrevivencia alimentaria. El hampa agudiza su guerra sin cuartel contra la clase trabajadora, para enarbolar las banderas de la muerte como estandarte revolucionario. Un dantesco cuadro terminal que exige una reacción contundente, exhibe una clase dirigente que pareciera no estar a la altura de la historia. Las pugnas por las pequeñas candidaturas parecieran ser los motivos reales de sus luchas. Las vanidades personales y protagonismos narcisistas sustituyen los graves problemas del país como temas del debate. Nos ahogamos en nuestras propias contradicciones y nos unimos solo por cuestiones domesticas de tipo comicial. No vamos al fondo de todo esto. Necesitamos mucho más que una alianza electoral.

Salir al encuentro de nuestros hermanos chavistas para curar las heridas del engaño, se hace obligante para el porvenir patrio. Si la sangre derramada en la guerra de Independencia, en el Porteñazo, el Carupanazo, en Machurucuto, en febrero y noviembre del 92, en abril del 2002, aunado a los muertos del hampa en tiempos de revolución no han sido suficientes para saldar 200 años de injusticias sociales y más de 300 años de esclavitud, entonces habremos perdido el tiempo y el merecimiento de la libertad se hará difuso, exiguo e intangible…

Mis comentarios:

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.- La sociedad debe erigirse por sobre sus propias mezquindades para buscar la reconciliación y el perdón de clases…

.- La mirada de desprecio del rico hacia el pobre, ahora es a la inversa. Es la excusa para imponer la dictadura proletaria…

.- La dictadura proletaria es la fachada que encubre los cogollos que se lucran de la perpetuidad en el poder…

.- Desprendimiento y humildad, son los dones que deben tener los dirigentes para encausar la libertad…

León rugiente y oso hambriento es el príncipe impío sobre el pueblo pobre…(Proverbios:28-15)

 

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