Pido la palabra – El verdadero líder… eres tú

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Las inconformidades sociales se agudizan. La crisis golpea los cimientos económicos de la nación. La torpeza histórica de Hugo Chávez da sus frutos destructivos y lo “exime” de responsabilidades en sectores cuya ignorancia le guarda cierta devoción. La elite roja se despedaza puertas adentro de un canibalismo impresionante cuyo único objetivo es terminar de saquear lo poco que queda, para tener la musculatura financiera que les permita negociar y salvar el pellejo. La ficción se agota y los espacios populares se reducen. Están perdidos y lo saben…

El cuadro pudiera resultar muy favorable si se entendiese razonablemente en su sentido más amplio lo que significa la verdadera unidad, como una acción desprendida de narcisismos y vanidades protagónicas, bajo el entendido que por encima de todos y de todo, está el país de nuestros hijos. Lamentablemente, a pesar del sufrimiento como sociedad, pareciera que no hemos madurado lo suficiente como para exhibir lo deseable desde el punto de vista de la participación. En Lara, por ejemplo, tenemos, salvo contadas excepciones, candidatos muy deficientes. Vetustos, por decir lo menos. Producto de esas morisquetas “cogollericas” que todavía guardan influencia sobre los asuntos electorales. La motivación se reduce y el entusiasmo se pudiera ver afectado por circunstancias cupulares que imponen acuerdos sin consultar las bases militantes. Esta realidad abre caminos a planchas alternativas que se arrogan terceras vías existentes solo en sus absurdas e intemporales ambiciones personales…
Nuestro verbo es muy crudo. El ciudadano de a pie debe dimensionar sus posibilidades reales de asumir el liderazgo del proceso de reinstitucionalización del país. Para ello, debemos tener claro el objetivo: “Ganar aplastantemente las parlamentarias”. Es decir, los candidatos no me gustan pero igual voy a votar porque no quiero más colas. No quiero más impunidad criminal. No quiero más abusos de poder. No quiero más humillaciones militares. No quiero más presos políticos. No quiero más saqueo. No quiero que mis hijos se marchen de mi lado a buscar en otro país lo que ya éste no les puede ofrecer. No quiero más mordazas “democráticas”. En resumen: Aunque no me gustan esos candidatos, voy a votar por ellos, porque quiero libertad…

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Joven. Ama de casa. Trabajador. Oficinista. Buhonero. Jubilado. Campesino. Secretaria. Desempleado. Venezolanos todos; el liderazgo mayoritario ya no es de los políticos ni de los partidos, es del ciudadano. Debemos asumirlo. Promover la participación en masa para derrotar el miedo y la trampa. En la buseta. En el bus. En el supermercado. En las humillantes colas. En la oficina. En el banco. En la radio. En la televisión. En todas partes debemos convertirnos en los líderes del cambio. Ser promotores del voto en masa para derrotarlos aplastantemente. Despierta ciudadano. El líder eres tú. Nadie más…

Mis comentarios:
-En cada espacio de nuestra vida cotidiana debemos ejercer el liderazgo ciudadano para estimular el voto masivo como única fórmula para minimizar el fraude y revertir esta pesadilla…
-La amenaza es muestra de debilidad. Ejerzamos nuestro liderazgo ciudadano y aplastaremos el temor…
-En lo particular, mis candidatos son mis hijos. Por eso, votaré por la tarjeta única y defenderé mi voto en mi centro de votación…
Mas los malvados serán talados de la tierra y los transgresores serán de ella desarraigados…(Proverbios 2-22)

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