No solo es comida, también necesitamos servicios públicos…
Dentro de dos días el país “celebra” 23 años del fallido golpe de estado de Hugo Chávez y el grupo de insurrectos que violaron la Constitución y las leyes de la República aquel fatídico 4 de febrero de 1992. Ese triste episodio de nuestra historia contemporánea marca el comienzo del proceso de destrucción ética, moral, institucional y de infraestructura más intenso que país alguno haya podido experimentar en tan corto tiempo. Los partidos políticos del estatus, conjuntamente con los sectores económicos dominantes, desataron sus demonios internos. Las mezquindades y personalismos tomaron el control de la escena para dejar actuar a sus anchas lo más bajo y oscuro de la condición humana, con el único objetivo de defenestrar el poder constituido a la par de aplastar los necesarios liderazgos emergentes que pudieron evitar esta tragedia que vivimos como derivación de aquel “por ahora”…
El resto de la historia es harto conocida. Ningún país del planeta, por mucho petróleo que tenga, puede soportar 15 años de saqueo y basura ideológica sin atender las prioridades en materia de productividad y servicios públicos primarios. Hoy, desgraciadamente, nos encontramos con un gobierno cuyo único objetivo es tratar de mantener los anaqueles surtidos de los productos de la cesta básica. No tienen plata, porque sencillamente la botaron. Han manejado los asuntos económicos con una irresponsabilidad absoluta, obviando y postergando por muchos años medidas urgentes de carácter estructural que ya no admiten más evasivas.
Con base en lo descrito, nos permitimos tocar el fondo de todo este asunto. ¿De dónde vamos a sacar la plata para rehabilitar la plantilla de servicios públicos de toda Venezuela”. Pongamos los puntos sobre las íes. Los sistemas de acueductos, cloacas, electrificación y vialidad de todo el país se encuentran en avanzado estado de deterioro (pre-colapso) por vida útil cumplida. Esto lo hemos acotado hasta la saciedad en nuestro modesto espacio de opinión. El gobierno lo sabe. La oposición también. Se requieren sumas de dinero literalmente astronómicas, en dólares, para rehabilitar y colocar a punto las redes de servicios de toda la nación. Ante esta dramática situación, debemos priorizar los riesgos de quedarnos sin agua en Barquisimeto por el colapso de cualquiera de los componentes del sistema Alto Tocuyo, por ejemplo…
En Lara, el gobierno regional y los gobiernos municipales hacen esfuerzos importantes para identificar y diagnosticar los problemas, mientras la línea partidista del PSUV, es torpedear y sabotear las gestiones de la disidencia haciendo un daño irreparable a toda la población. Es hora de ponernos de acuerdo en lo impostergable. No solo es comida…
Mis comentarios:
.- Jamás podremos hablar de justicia social mientras existan vastos sectores de la población sin agua, sin cloacas, sin vialidad, sin luz, sin condiciones mínimas de salubridad… sin futuro.
.- En el primer mundo, luego que todas las redes de servicios y mobiliario urbano están terminados, los ciudadanos habitan las viviendas…
.- En Venezuela, los “políticos” estimulan las invasiones y condenan al pueblo a vivir décadas de ausencia de servicios públicos…
.- “Nerón y la quema de Roma”…
¿Hasta cuándo, incautos, amarán la ingenuidad? ¿Hasta cuándo los insolentes se complacerán en su insolencia y los necios aborrecerán la ciencia? (Proverbios 1:22)
