Desde la tarde del jueves, trabajadores del Matadero Industrial de Quíbor paralizaron sus labores para exigir mejoras salariales. Esta medida fue levantada posteriormente, y representantes de la empresa Agroflora prometieron solventar la situación.
Son aproximadamente cien las personas que laboran en el lugar. Algunas explicaron que hace ocho meses el Matadero pertenecía a una empresa llamada Mauca C.A., hasta depender de Agroflora, cuya directiva hizo promesas, pero a la final no cumplieron.
Bonos de trasporte, de útiles escolares, aumento salarial, la presencia de una ambulancia, la firma de un contrato, son algunos de los planteamientos que se quedaron esperando por cumplir. Además que les están descontando Ley de Política Habitacional y Seguro Social y según ellos, las retenciones no están siendo depositadas en ningún lado y no aparecen inscritos.
Manifestaron que hace tres semanas renunció la doctora de Salud Laboral y aún no ha sido reemplazada.
Denunciaron que se han perdido implementos de trabajo y solo han culpado al jefe de almacén. De hecho, una comisión del Cicpc se lo llevó esposado y detenido, aunque posteriormente se demostró su inocencia.
Luis Armando Peña, actual director del Matadero, indicó que evalúa todas las necesidades de los trabajadores para darles una respuesta.
«Estamos haciendo una reestructuración, tenemos problemas con algunos insumos que eran importados, pero ya estamos en conversaciones para traerlos», destacó Peña.
Son 2.000 las reses que salen mensual del matadero, y la canal se vende a 49 bolívares, pero el precio fluctúa con regularidad, allí también se presta el servicio de matanza. Agroflora es una empresa que depende del Ministerio de Agricultura y Tierra.
Peña, por último, hizo una invitación a todos los carniceros para que estén al día con sus papeles a acudir hasta el matadero con el fin de comprar su carne, sin usar a terceras personas y de este modo puedan obtener un producto a precio justo.
Sin embargo, el grupo de trabajadores que no quisieron ser identificados por temor a represalias, aseguró que la canal es vendida entre 90 y 100 bolívares y que la cantidad de reses en ser sacrificadas y procesadas ha disminuido.
