En los estertores, una incomprensión entre el defensor Oswaldo Vizcarrondo y el cancerbero Alain Baroja en el minuto 85 para contener una pelota rifada, le permitió a Derlis González marcar el gol de la diferencia y así Paraguay, que poco había hecho en el partido, dispuso de Venezuela, en el inicio de las eliminatorias suramericanas para Rusia 2018.
La derrota, aunque resta mucho camino por recorrer, deja a la Vinotinto en la parte baja de la tabla y obligada a enderezar entuertos en fechas posteriores, aunque el rival inmediato, Brasil, tiene su peso específico, especialmente cuando juega en casa, aunque en esta ocasión tendrá la ausencia de su estrella principal, Neymar.
El choque dado en el CTE Cachamay en Puerto Ordaz estuvo falto de buen fútbol, especialmente en el primer tramo debido a la pesadez de un terreno que soportó minutos antes de su inicio una intensa lluvia y la incoherencia de las líneas paraguayas y venezolanas que se dedicaron a trabarse en el sector medio.
Venezuela acusaba la falta de un conductor en el sector medio que pudiera alimentar los despliegues de Salomón Rondón y el debutante Jeffren Suárez, quien mostró dominio, habilidad y entrega total durante el tiempo que permaneció en la cancha, para ser uno de los mejores en el bando local.
Cumplido el descanso, los vinotinto tuvieron una mejor lectura del partido para arrinconar en su cancha a los guaraníes de Ramón Díaz, quienes especulaban con el contragolpe y el descuido de los criollos.
El cambio de Alejandro Guerra por César “Maestrico” González profundizó el dominio venezolano, aunque sin claridad en la definición. Poco a poco se consumían los minutos y a falta de cinco para el pitazo final, vino un bombazo cruzado sobre la zona central de la defensa venezolana que Oswaldo Vizcarrondo creyó que Alain Baroja tomaría con facilidad, sin darse cuenta que éste estaba un poco lejos, además de sufrir un resbalón al momento de atacar la esférica y por el medio de los dos se filtró Derlis González, intrascendente en el encuentro, para dejarla en el fondo de la red y así definir a su favor un choque que nunca merecían los visitantes.
Para Venezuela no es un buen comienzo en sus aspiraciones de conseguir un boleto. Verdad, hubo mejoría en la zaga, salvo el descuido que fue decisivo, mortal, porque los puntos que se disputan en casa deberían quedarse en casa. Tampoco existe una comunicación, hilación de ideas y juego desde el medio sector hasta la franja final en procura de los delanteros, tarea que debe analizar hasta la saciedad el seleccionador Noel Sanvicente, porque si de agallas se trata, la propuesta ha debido ser más ofensiva desde los minutos iniciales y no esperar prácticamente hasta la media hora final.
