Pensar – Papel de la ciencia en la actualidad (3)

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Tanto la ciencia como la tecnología han manifestado históricamente sus debilidades no solo para comprender sino para transformar la realidad. Más aún, mucho de los males que hoy aquejan a la humanidad han sido causados por estos avances tecnocientíficos, tal como lo plantea Marcuse (1973), “la cuantificación de la naturaleza, que llevó a su explicación entorno de estructuras naturales, separó a la realidad de sus fines inherentes y consecuentemente, separó lo verdadero de lo bueno, la ciencia de la ética”.(p.165).
Los posmodernos nos advierten a diario que estamos en una sociedad del riesgo y el caos, donde reina la incertidumbre. Estamos frente al “Fin de las seguridades y verdades”, una permanente crisis de la crisis, nada es cierto, todo vale, lo único verdadero es que nada es verdadero, lo único seguro es lo inseguro. Nihilismo total. Huérfanos de todo, sin rumbo, solo yo y mis circunstancias.
En su obra Introducción al Pensamiento Complejo (1995) Morín afirma que: “Podemos decir que aquello que es complejo recupera, por una parte, al mundo empírico, la incertidumbre, la incapacidad de lograr la certeza, de formular una Ley, de concebir un orden absoluto, y recupera, por otra parte algo relacionado con la lógica, es decir, con la incapacidad de evitar contradicciones” (p.99).
Así define Rigoberto Lanz (1997) “el principal apóstol de la postmodernidad en Venezuela” a estos tiempos: “El tiempo postmoderno es más bien contingente, discontinuo, fragmentario, tiempo transversal que viaja sin un “orden lógico”” (p. 36)
Para Daniel Innerarity (2009), desde hace tiempo dirigimos cada vez más la atención a una serie de aspectos que podrían entenderse como “debilidad de la ciencia”. Lo que hecho la ciencia es transformar la ignorancia en incertidumbre e inseguridad (p.43).
Para Ulrich Beck (2006), autor de La Sociedad del Riesgo, la civilización científica ha entrado en una fase en la cual ya no es sólo la naturaleza, el hombre y la sociedad lo que se somete a criterios científicos sino también ella misma, sus productos, consecuencias y defectos. (P. 207).
Para este autor, los riesgos han formado parte de la humanidad, el temor a la manifestaciones de la naturaleza ha acompañado a los hombres. Pero hasta esta época: La palabra «riesgo» tenía en el contexto de esa época la connotación de coraje y aventura, no la de la posible autodestrucción de la vida en la Tierra. (p.27). Existían, además, los riesgo de la pobreza, de cualificación y los de salud. Pero el desarrollo teco-científico hice creer, primero que estas manifestaciones naturales estaban, sino dominadas, al menos apaciguadas o controladas. Segundo, se idealizo de tal manera el avance científico, que se creyó perfecto, libre de error.
Para Ulrich Beck, no sólo las continuas desgracias naturales y su imposibilidad de prevenir y controlar (cuyo ejemplo más patético son las consecuencias del terremoto que desbasto al hípertecnologizado Japón), sino las propias y terribles equivocaciones de la ciencia, sobretodo a partir de la tragedia de la fuga y explosión de la central nuclear de Chernóbil en ucrania en 1986, expulsando materiales radiactivos y/o tóxicos que se estimó fue unas 500 veces mayor que el liberado por la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945. Esta considerado el mayor desastre ambiental de la historia humana. Y aunque muchas veces se disfracen con el eufemismo de “accidente”, ha sido causado- como muchos otros desastres- por errores propios de la forma como ha sido llevada la ciencia y la tecnología en las sociedades capitalistas, donde prima las ganancias, los intereses de unos pocos en contraposición a los principios éticos y los interese de las mayorías.
Todo esto ya no existe desde Chernóbil. Ha llegado el final de los otros, el final de todas nuestras posibilidades de distanciamiento (…). Se puede dejar fuera la miseria, pero no los peligros de la era atómica.(p.12).
Sin embargo, para este autor, la expansión de los riesgos no rompe en absoluto con la lógica del desarrollo capitalista, sino que más bien la eleva a un nuevo nivel. “Los riesgos de la modernización son un big business”.
Se puede poseer las riquezas, pero por los riesgos se está afectado; éstos son como asignados civilizatoriamente. Dicho de una manera rápida y esquemática: en las situaciones de clases y capas, el ser determina a la conciencia, mientras que en las situaciones de peligro la conciencia determina al ser. El saber adquiere un nuevo significado político. Por consiguiente, hay que desplegar y analizar el potencial político de la sociedad del riesgo en una sociología y en una teoría del surgimiento y difusión del saber de los riesgos. (P. 29). Continuará…

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