«El bajón de los precios del petróleo que se viene registrando desde mediados de 2014, encontró las arcas de Venezuela en la carraplana, ello debido a 16 años de marabunta revolucionaria, que arrasó con toda la bonanza petrolera».
Así lo señaló VenEconomía en un análisis de la situación económica del país, publicado en su página web, titulado «¿Cuántas ollas más puede raspar?».
Añade que aunque los precios del petróleo se estarían recuperando poco a poco, el precio promedio en lo que va de año es de tan solo de 47 dólares por barril, un poco más de la mitad de los 88,42 dólares del año pasado, y muy lejos de los 100 dólares por barril que aspiraba el gobierno de Nicolás Maduro.
«Debido a la alta dependencia que tiene Venezuela del petróleo, el Estado confronta un gigantesco déficit de su Balanza de Pagos. En consecuencia, el Gobierno, incapaz de tomar el toro por los cachos y aplicar medidas de ajuste serias y sostenibles, ha optado por raspar la olla en un intento de tapar el hueco fiscal que se estima entre $20-$40 millardos», indica el texto.
Además, VenEconomía menciona que luego de que el Fondo Monetario Internacional publicara su informe de abril, se conoció que el Banco Central de Venezuela retiró ese mes $383 millones correspondientes al cupo venezolano en los Derechos Especiales de Giro (DEG), de un disponible de $2,25 millardos. «Este monto es lo máximo que puede retirar Venezuela, sin realizar un acuerdo para un plan de ajustes con el FMI. Según la página oficial del FMI, en abril la cuenta de los DEG de Venezuela cerró en $1,9 millardos. Al Gobierno ya le quedan muy pocas ollas para raspar a fin de hacerse con nuevas divisas.
Así que cada día será mayor la sequía de dólares en las arcas públicas. Tampoco queda mucho margen para seguir restringiendo la entrega de dólares oficiales a los nacionales. Hoy los dólares están dirigidos solo para alimentos básicos, medicinas y alguno que otro bien super prioritario. Pero, el gobierno también ha optado por importar directamente estos productos, lo cual mantiene abiertas las puertas de la ineficiencia y la corrupción. Mucho mejor sería que permitiera que la empresa privada realizara las importaciones. En resumen, el panorama es cada día más negro de lo que hoy es. El país está llegando al llegadero, y difícilmente superará diciembre con inventarios adecuados de alimentos, medicinas y bienes básicos», advierten.
