#opinion: Cotidianidad barquisimetana en la crónica de Raúl Azparren. (1). por: Ramón Querales

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Caminito que un día
Cotidianidad barquisimetana en la crónica de Raúl Azparren. (1)
Por Ramón Querales
Cronista Municipal de Iribarren
1. Las informaciones que a continuación se leerán han sido tomadas del libro de Raúl Azparren, Barquisimetaneidad, Personajes y Lugares, publicado por CANTV en 1974.
2. Decía Azparren que para escribir los artículos que con cierta regularidad publicaba en EL IMPULSO se basaba en “…lo oído en nuestra infancia de labios de Ignacio Rodríguez, dueño del que fuera, el famoso botiquín ´El Chingo´ ´con quien nos unían lazos familiares…”.
No era la única fuente usada por Azparren, pues dice que también las conversas en la casa de su abuela doña Juana de Azparren “hogar donde se exponía al dedillo el desenvolvimiento de la ciudad vieja y la nueva…”
Otra fuente la constituyó doña Isabel Teresa de Rodríguez, viuda de Ignacio Rodríguez, de quien obtuvo “valiosos datos” pero reivindicando su propia experiencia dice que le han sido principalmente útiles las “Vivencias, costumbres, tradiciones de Barquisimeto de este siglo [XX] retenidas desde el momento en que empezamos a recordar”.
3. Según Raúl Azparren el primer árbol de navidad que se vio en Barquisimeto fue instalado en la casa de un ciudadano alemán llamado Max Goetz quien, en sociedad con un paisano, Julio Lange, estableció una ferretería
Azparren cita a Macías Mujica quien contó que al quitar el arbolito, una hija de Goetz, obsequió a los niños presentes los bombones que lo habían adornado y que uno de ellos, a quien llamaban garaycito por ser hijo de Hipólito Garay, al recibir su ración de bombones, declaró que ya no le gustaban los pesebres porque cuando los quitaban, los niños no recibían nada. La casa de Goetz estaba situada en la esquina de la carrera 19 con calle 24.
4. El edificio que existía en la calle 23 con carreras 19, demolido para construir la actual sede del Ejecutivo Regional, fue construido por el general Rafael María Velasco, quien, a su vez, hizo demoler el que había servido como sede de la gobernación desde la época cuando gobernó Jacinto Fabricio Lara, .
La inauguró el 19 de diciembre de 1922 y en el acto participó un gran conjunto orquestal formado por miembros de la Orquesta “Mavare”, músicos de la banda del Estado y varios más traídos de El Tocuyo, Quíbor y Duaca, todos bajo la dirección del músico valenciano Rafael Romero, padre del también músico y compositor Aldemaro Romero.
5. El ciudadano Jacobo Wonhsiedler, de origen alemán, a quien el padre Macario Yépez perseguía por ser luterano, casó en El Tocuyo con la joven Clemencia Morán, hermana del general José Trinidad Morán héroe de Corpahuaico.
Este matrimonio Wonhsiedler – Morán tuvo hijos a Jacobo, Juan Manuel, Ramón, Simón, Rita, Rosa y Francisco.
Ramón y Juan Manuel fueron educadores; Simón médico; Jacobo, sacerdote.
6. Por cierto, todavía existe en la carrera 16, con calle 28, esquina noreste, la casa donde se fundó la Escuela San Agustín en 1877, que un año después, en 1878, fue elevada a la categoría de Colegio bajo la dirección del Padre Jacobo Wonhsiedler Morán.
La antigüedad de esta vivienda, la categoría histórica de dicho colegio y de su eminente director, serían razones más que suficientes para que se declarara Patrimonio Cultural Edificado de la Nación.
7. El medio de transporte en Barquisimeto hasta bastante avanzado el siglo XX, eran los burros y mulas para la carga pesada, caballos para el transporte de personas.
Unos y otros eran colocados frente a los negocios y viviendas y, lógicamente, allí dejaban sus excretas que las amas de casa hacían recoger para abonar las plantas de sus jardines o matas en los solares de sus viviendas. (p.159).
8. En las casas donde se efectuaban bailes familiares, los jóvenes de la época de Raúl Azparren colocaban en el piso, si era de ladrillo, de pared a pared, un fardo bien prensado al cual se le echaba encima esperma derretida que permitía a las parejas deslizarse en la danza sin ninguna clase de tropiezo. (p. 53).
9. Según Raúl Azparren, el caricaturista Antonio Serradas fue aprendíz de barbero en “El Estuche de Oro”, salón de la barbería de Miguel Angel Silva, quien con Manuel Alezones formó un célebre dueto en Barquisimeto y ambos publicaron un álbum de canciones larenses.
Serradas se hizo barbero, pero luego se fue a Caracas donde trabajó al lado de Leoncio Martínez “Leo”, como caricaturista y periodismo de humor, oficios en las cuales se desempeño hasta su muerte.
10. Al trabajo de los presos sacando arena del río Turbio se le decía “buscar el brillante de don Eustoquio” pues al extraviársele un anillo al temible gobernante, dedujo que lo había perdido tratando de enseñar a un trabajador novato, cómo se trabajaba con la pala en aquel menester (p. 95).
11. Fue en 1927, en plena fiebre de pedaleo de bicicleta, cuando el joven Manuel Barrera, haciendo apuestas con varios amigos al borde del barranco situado en la carrera 17 entre calles 16 y 17, rodó hasta el fondo del mismo y murió en la caída.
Es lo que después se conoció como Zanjón Barrera, donde ya no existe ningún zanjón, pues fue eliminado en 1977 para darle continuidad a la carrera 17, hacia la calle 12.
12. A la botica “Camacho” propiedad del escritor Dr. Félix T. Camacho, situada en la Av. 20 con calle 28, ángulo sureste, donde años después funcionó Centrobeco, acudían los pacientes con dolor de muelas para adquirir “taponcitos de creosota” con los cuales aliviaban su molestia dolencia.
En esta botica, como en otras, se expedían refrescos de frambuesa o de horchata, preparados allí mismo, por sus empleados.

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