#Opinión: Aguas e hidrociclo local (2/2) Autor: Edilberto Ferrer-Véliz

La etapa hidroatmosférica termina cuando las lluvias tocan la superficie del terreno, para comenzar la etapa hidrogeológica, al convertirse las lluvias en agua laminar, la cual se despliega atendiendo a la topografía y al substrato.
La lámina de agua así formada tiene tres destinos, sea que se escurra, se infiltre o se evapore. Lo primero responde al volumen y al desnivel; lo segundo a la permeabilidad del conjunto suelo-subsuelo, que varían según la estación, en cuanto al tercero, es permanente, de año redondo, atendiendo a la temperatura. Las aguas del escurrimiento -que puede ser superficial, subterráneo, laminar o en surcos- escurrimiento e infiltración ocurren simultáneamente, hasta el momento cuando el substrato se satura y las aguas se incorporan al escurrimiento; cuyas aguas tienen, además de su propia esencia, un poder vectorial -capaz de excavación y acarreo- los cuales son responsables del modelado del paisaje a lo largo del tiempo geológico, en tanto que es este fenómeno quien traza el sentido del drenaje, al abrirse las aguas paso a través de las líneas superficiales de menor resistencia, lo cual da lugar a laRed de Drenaje o de Avenamiento. Las aguas infiltradas, por su parte, se depositan en el subsuelo permeable, el cual puede contar con variadas capacidades aún dentro de la misma cuenca –lo cual se establece como manto acuífero, en millones de metros o hectómetros cúbicos.
El funcionamiento de la etapa hidrogeológica del hidrociclo local, es lo que determina el régimen de aguas en cada cuenca, es decir, cuánta agua entra como consecuencia de las lluvias y cuanta sale como efecto del escurrimiento, lo cual es variable, estacional y gobernado por la cubierta vegetal protectora. Comoquiera que las lluvias son estacionales – no llueve todos los días- durante la estación seca, los ríos abastecen sus gastos a partir de las aguas “ahorradas” en los mantos acuíferos formados a través de la infiltración. Como puede observarse, la dinámica del hidrociclo Local quien asegura la presencia de agua en las cuencas y su régimen es dependiente de las complejas interacciones entre cinco juegos de factores: aquellos de Clima –temperatura y humedad- paisaje –relieve, topografía, desnivel- substrato edafogeológico –permeabilidad, profundidad, capacidad- red hídrica –patrón, volúmenes, régimen, ritmos-.
La circulación del agua mediante estos cuatro primeros factores es regulada por el quinto factor: la cubierta vegetal protectora. En el Hidrociclo Local, la vegetación juega simultáneamente varios roles: protege al suelo contra el impacto directo de las lluvias; regula el poder excavador y acarreo del escurrimiento, controla la velocidad del escurrimiento, constituye un tapiz vivo, renovable, aparte de conformar hábitats para la fauna silvestre y adornar la estética del paisaje. Todo esto, visualizando solo la parte reguladora, mecánica del régimen de aguas.
Si a ello añadimos los valores sociales, culturales y económicos del abastecimiento de aguas a los sistemas sociales humanos, nos daremos cuenta de la enorme importancia de la comprensión de las relaciones entre aguas, cuencas e hidrociclo local para el desarrollo, progreso y sustentabilidad de las comunidades humanas alrededor del mundo, lo que implica la necesidad de concebir, diseñar y adoptar decisiones adecuadas, en términos de estrategias, tácticas, políticas, medidas y prácticas que garanticen la armonía del régimen de aguas en todas las cuencas que abastecen los sistemas sociales humanos, lo que demanda de más atención por parte del Estado y la sociedad civil para este efecto.