#Opinión: 2013 Por: Juan Páez Avila

-

- Publicidad -

Aunque todavía no sabemos cual será el desenlace del público enfrentamiento entre Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, por la sucesión de Hugo Chávez en el caso de una ausencia definitiva, no obstante que Maduro fue escogido y señalado por el propio Presidente en un acto que lució como una despedida final, lo evidente es que ninguno reúne las condiciones de su máximo jefe, para tratar de imitar ni siquiera su estilo de gobernar.
Si continúan las manifestaciones  de liberación de prisioneros por parte de los principales funcionarios del oficialismo y  se avienen a un acuerdo de reconciliación  con el 45% de la población que le adversa democráticamente y  ha expresado su firme voluntad política de aprobarlo, este año 2013 se puede convertir en un escenario  de menor confrontación social, que permita resolver algunos  problemas de gobernabilidad, que de no ser resueltos  podrían tener consecuencias impredecibles.
No sólo la enfermedad del Presidente de la República obliga a una mayor comprensión del momento político que atraviesa el país, sino también el ingreso de Venezuela a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y al Mercosur, cuyas reglamentaciones establecen la obligatoriedad de respetar derechos fundamentales y reglas de libre comercio en  el mundo de hoy.
En estos mementos solamente se puede escribir en términos condicionales, porque no sabemos hasta dónde puede llegar el viejo o el nuevo gobierno en materia de tolerancia política, debido a la experiencia de muchos años en los que las contradicciones, de decir hoy una cosa y mañana otra, ha caracterizado la política chavista, encabezada precisamente por el Jefe del Estado.
De todas maneras hay que registrar como altamente positivo que los directivos de Econoinvest y otros prisioneros hayan logrado su libertad, porque como la mayoría de los presos han sido acusados de delitos comunes, que nunca han podido comprobar, lo que en un Estado de Derecho constituyen presos políticos, sobre todo cuando el propio Presidente de la República ha ordenado públicamente sus condenas, como en los casos de la Jueza María de Lourdes  Afiuni y el ex –gobernador del Zulia Manuel Rosales. De allí, aunque algunos voceros oficiales niegan que en Venezuela existan presos políticos, el mundo civilizado y democrático al conocer la violación del debido proceso  y de otros derechos constitucionales, califican a esos detenidos de prisioneros políticos. Por eso muchos perseguidos que han viajado al exterior han recibido asilo político en diferentes países.
Si a la tensión política que genera la ausencia del Jefe del Estado, le agregamos la crisis económica que muchos economistas pronostican para el 2013, este año será muy difícil de enfrentar con posibilidades de éxito, lo que hace más urgente un acuerdo civilizado que  permita el funcionamiento  del Estado de Derecho en el contexto de lo establecido en la Constitución Nacional vigente, aprobando en primer término el llamado a elecciones de un nuevo Presidente y cerrándole el paso a la violencia y a cualquier intento de golpe de Estado.

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

- Publicidad -

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -