Ocho máquinas, de las 18 con las que cuenta la Unidad de Diálisis del Hospital Central Antonio María Pineda (Hcamp), están sin funcionar desde hace poco tiempo, según información aportada por el personal que labora en dicha área, que además requiere de lidocaína, indispensable al momento de colocársele el catéter a los pacientes renales.
En este espacio, además es necesario reparar los aires acondicionados, pues la temperatura a la cual deberían estar sometidas esas máquinas para su debido funcionamiento debe oscilar entre los 10º C y 15º C.
Ahora, poco se habla de la inundación del 17 de julio, porque este inconveniente se resolvió con el respectivo mantenimiento al techo.
Los médicos, enfermeras y pacientes esperan una pronta solución a los males que aquejan a la Unidad de Diálisis del principal centro asistencial de Centroccidente.
Se pudiera reubicar
La ubicación de la unidad no es la más idónea, aseguró una enfermera, quien no quiso identificarse, porque “se necesita que esté siempre esterilizada, y por aquí pasa todo el mundo”.
Ahí realizan la colocación de catéteres, lo cual presenta un riesgo para los pacientes, debido a que pueden llegar a infectarse; “eso puede causar una fiebre, que ponga en mal estado a la persona”.
Por eso creen que la remodelación de la Unidad de Diálisis en el cuarto piso sería oportuna para la solución de todos sus problemas.
Eso les permitirá a ellos contar con todos los espacios para su trabajo.
Dicen no querer someter más a sus pacientes a un shock psicológico al momento de entrar a la unidad. Para ello necesitan ayuda de los organismos competentes, resaltó la informante.