El gremio funerario de la ciudad de Barquisimeto denuncia que desde el Servicio Autónomo de Administración Tributaria (Semat), se busca aplicar un retroactivo, efectivo desde el pasado enero, al aumento de las tasas por servicios funerarios, que para la inhumación pasó de costar 8,6 bolívares a 1.605, equivalentes a 15 unidades tributarias, según la Gaceta Oficial Nº 3734 que se publicó el pasado 14 de diciembre. Aseveran que con esta medida, los más perjudicados serán los dolientes, especialmente aquellos que por falta de recursos, recurren a las campos santos de la municipalidad para darle sepultura a sus seres queridos.
Uno de los miembros de este sector, quien prefirió reservar su identidad, concedió ayer una entrevista a EL IMPULSO, asegurando que ya se habían sostenido cinco reuniones con representantes del Semat, en las que dueños de funerarias habían presentado una serie de propuestas, entre ellas, introducir el incremento de manera paulatina, o al menos reducir en más de 50% las unidades tributarias que el gobierno municipal insiste en cobrar a través de las funerarias. Sin embargo, el vocero aseguró que la Alcaldía de Iribarren se ha negado a evaluar las propuestas del gremio.
“Entendemos que un aumento es necesario, pero debe tenerse en cuenta que la tasa que se paga por fosa no ha sido incrementada en 15 años, y que los precios de los servicios funerarios han estado congelados durante más de dos años”, expresó, advirtiendo que la municipalidad sólo busca obtener fondos adicionales de las funerarias, ante la imposibilidad de cobrárselos a los dolientes, ya que al ente tributario se le haría muy difícil recaudar más recursos de puerta en puerta, de manos de los familiares de los difuntos, por lo que se pretendería depositar esa responsabilidad en las propias casas fúnebres.
“La funerarias no tienen que ver con esto. Mensualmente cada funeraria puede efectuar entre 50 y 60 servicios, por lo cual semejante aumento de la tasa por inhumación, representaría un ingreso enorme para el gobierno municipal. Será que andan buscando plata para la campaña presidencial”, destacó el empresario, quien recordó que el Semat había garantizado que no se aplicaría la nueva tasa, hasta que entrara en vigencia la nueva resolución de acuerdo a la reforma de la ordenanza de cementerios municipales.
También expresó que no se concibe que un aumento tributario de este tipo, cuando no se perciben mejoras inmediatas en la infraestructura de los cementerios, ya que en el Cementerio Nuevo se están quedando sin fosas, mientras que en el campo santo de Tamaca exigen cemento y arena para construirlas. En cuento a la escasez de urnas, el empresario señaló que se ha debido a la escasez de láminas de hierro, barniz y otros materiales, o porque éstos valen dos o tres veces más. “Una urna ya cuesta 2.700 bolívares, y dentro de poco podría valer 3.100”, dijo.
