A eso de las nueve de la noche del pasado sábado, como fue reseñado por EL IMPULSO, Javier Antonio Villegas, de 31 años de edad, sargento primero de la Guardia Nacional Bolivariana, del Destacamento de Seguridad Urbano, se desplazaba por la intercomunal Barquisimeto-Duaca, a la altura del sector Minas de Cemento, cuando perdió el control de su moto.
Antes de llegar a la población de El Cují, en su moto, una Bera R1, de colores blanco y negro, al parecer el funcionario, que vestía de civil porque se encontraba franco de servicio, cayó directamente al pavimento. Su cabeza, desprovista de casco, impactó el asfalto ocasionándole una herida en la región parietal izquierda de su cráneo, lo que finalmente provocaría su muerte.
No se conocen mayores detalles del hecho, pero se presume que Villegas perdió el control después de tocar el “brocal” de la vía y, la condición de un pavimento húmedo producto de una reciente llovizna, le complicaría más la maniobra. El cuerpo quedó en el pavimento sin vida y, pocos minutos después, un carro particular lo trasladó hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, donde permanecería la noche del sábado y fue entregado este domingo a sus familiares.
Otra versión
De forma extraoficial, se manejaba otra versión de los hechos a tempranas horas de este sábado. Según este relato, el funcionario que se desplazaba por esa vía fue atropellado por un conductor a bordo de un vehículo de características desconocidas.
Este presunto conductor se habría dado a la fuga una vez sucedido el hecho, dejando el cuerpo de Villegas en el lugar mientras perdía la vida a consecuencia de las lesiones. Pese que esta versión se habría hecho pública y era la que sus familiares asumían como cierta, funcionarios de Tránsito Terrestre que llevaban el caso y las investigaciones, consideraron la primera versión como la más probable, ya que la unidad en la que se desplazaba el Guardia Nacional estaría intacta, algo poco probable si hubiese sido arrollado por la parte trasera o de costado. En todo caso, se supo que la víctima vivía en la urbanización Macías Mujica, al norte de la ciudad.
