Un pequeño de 12 años regresaba pasadas las 7 de la noche del martes a su casa, en la manzana K-14 de Las Sábilas, y cuando fue a cruzar la calle, después de bajar del autobús que lo trasladaba, una camioneta lo atropelló y murió.
Conmoción. Era el sentimiento que se vivía la mañana del martes, cuando familiares, amigos y compañeros de estudio del Liceo Coto Paúl de Barquisimeto, se apostaron a las afueras de la morgue del hospital central Antonio María Pineda.
Lágrimas de dolor, tristeza e impotencia se dejaban ver en el rostro de quienes estaban en el lugar. Su hermana mayor, quien lo cuidaba, gritaba devastada; pedía fuerza y consuelo. “¿Cómo me puede pasar esto?, era mi hermanito chiquito, que venía de estudiar. Él era muy alegre”.
Así fue
El pequeño era el menor de cuatro hermanos, “el toñeco de la familia”, indicó uno de los tíos. Su padre lo llevaba a todas partes, pero el carro se le accidentó; el menor pidió permiso para irse solo en el trasporte público y se le concedió.
«Andaba haciendo un trabajo del liceo. Hasta ahora no tenemos claro lo que sucedió, pero la buseta se estacionó mal en la vía rápida de El Cují-Tamaca. Él se bajó y cuando fue a cruzar la calle pasó una camioneta, lo arrolló, rodó como seis metros y falleció en el lugar”, explicó Arnoldo Figueredo.
Al principio el conductor de la camioneta se dio a la fuga, pero minutos después se entregó en el ambulatorio de Tamaca, adonde trasladaron los restos del menor. Las investigaciones continúan para esclarecer el hecho, mientras que, tanto el conductor de la unidad perteneciente a la línea Duaca-San Juan, como quien manejaba la camioneta que atropelló al estudiante, permanecen detenidos.
El joven estudiaba séptimo grado en el Liceo Coto Paúl de Barquisimeto: “por sus venas corría sangre militar”, aseguró su tío Arnoldo Figueredo, ya que, desde hace algunas generaciones, en la familia se han dedicado a la milicia.
