Mónico Bata, director de Atelana Teatro: La actuación es una profesión muy exigente

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Hoy se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Teatro, según declaración del Instituto Nacional del Teatro en 1961.

Con motivo de este acontecimiento, EL IMPULSO entrevistó a Mónico Bata, director de Atelana Teatro, institución con más de 25 años de trayectoria, con un trabajo permanente y de calidad para el público infantil.

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El trabajo de Atelana Teatro comenzó en 1990 en los pasillos de la Universidad Central de Venezuela, en la Facultad de Humanidades, en las aulas de clase de la Escuela de Artes. Sus fundadores, alternaban las actividades artísticas con la formación académica.

“Al comienzo nos preocupamos por recibir la mayor cantidad de talleres formativos. Pertenecíamos a otros grupos profesionales que nos permitieron ganar experiencia en el trabajo escénico para niños; esto nos ayudó a buscar nuestro propio estilo para dar el gran salto, independizarnos y registrar la agrupación en Barquisimeto en agosto de 1996.

Comenzamos versionando cuentos latinoamericanos con el uso de títeres y zancos como elementos vitales para la puestas en escena y así llegar a un mayor número de espectadores”, contó Mónico Bata.

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Desde sus inicios, la agrupación se preocupó por hacer trabajos para niños, por considerarlo el público más exigente que existe, lo que impulsó a Atelana Teatro a buscar su propio concepto, propia dramaturgia, títeres que estuvieran a la par del nivel educativo del infante y así reforzar su educación formal.

“Atelana ha sido una escuela de formación permanente; nuestros integrantes reciben talleres de actuación para teatro infantil, de diseño y manipulación de títeres”.

-¿Cuántos montajes ha producido hasta la fecha y cuál ha sido el más satisfactorio?

-Tenemos alrededor de 20 producciones escénicas.  En el año 1998 estrenamos en el Teatro Juares En el cuarto de mis primos hay un bosque y salen duendes, del dramaturgo larense Ricardo Cortez, ese texto fue ganador del premio TIN (Teatro Infantil Nacional).

Para ese montaje diseñé un muñecote gigante de más de 3 metros (Marottes), que aún hoy en día,   usamos en los montajes y en las animaciones.

-¿Cuál ha sido la clave para mantenerse vigente en un mundo tan cambiante y en el cual la tecnología colma a los niños?

-El profesionalismo, ver el teatro infantil como mi profesión y no como un “mata tigre” eso me lleva a mantener una ética y un respeto hacia el público infantil, a innovar con nuevos modelos de títeres, porque cada montaje es un reto.

-Ha comentado que el público infantil es el más difícil, ¿por qué?

-Porque es muy difícil engañarlo, es un reto mantenerlo sentado y quieto por 45 minutos, hay que usar elementos escénicos que lo atrapen rápidamente.

El niño tiende a distraerse muy fácilmente y si la propuesta escénica no lo engancha desde el inicio, se levanta y se va. Si logras arrancarle un aplauso y que al final se acerque y pregunte por el personaje, indica que tocaste su corazón.

En el nuevo montaje de Atelana, Las aventuras de Minué, realizamos teatro-foros al finalizar la pieza y las mejores preguntas las formulan los niños; quienes mostraron interés por el teatro y por los títeres.

-¿Es un reto producir obras para niños?

-Siempre lo es. A la puesta en escena para obras de niños, no se le puede negar nada. Cada personaje (títeres) requiere una inversión y ahí está la clave del éxito de la producción.

Se trata de un producto destinado a un público cada vez más exigente. Nosotros intentamos estrenar espectáculos cada dos años.

No entiendo cómo existe gente  que se hace llamar “profesional del teatro” y tiene más de 10 años con el mismo montaje, eso es no tener respeto por el público. La actuación es una profesión muy exigente.

-¿Por qué Atelana Teatro le apostó a los títeres de gran tamaño y al teatro negro?

– Porque de esa forma rompemos con el tradicional teatrino y  podemos interactuar más con el público.

El teatro negro es una forma mágica de hacer teatro, es una gran herramienta para contar historias con muñecos, el niño queda maravillado con el colorido de los títeres y los demás elementos escénicos.

-¿Por qué son tan pocas las compañías de títeres?

-En el estado Lara no existen políticas culturales de los gobiernos de turnos que favorezcan la promoción y difusión de este arte milenario. A los pocos grupos que aun quedamos en pie nos niegan financiamiento.

-¿Qué le hace falta a nuestro teatro?

-Yo creo que de todo, carecemos de un sistema de financiamiento por parte del gobierno local, que permita una mayor difusión del hecho escénico.

No contamos con una sala de “teatro para el teatro”, es contradictorio que el gobierno realizó un gran esfuerzo en la recuperación del Teatro Juares y los grupos locales no puedan mostrar su trabajo allí por el alto costo del alquiler.

La ciudad no cuenta con infraestructuras teatrales, las pocas que existen (salas alternativas), las preservan grupos que por su pasión por el teatro, las mantienen vivas. Mantenemos un circuito permanente de teatro y circo, esto lo coordina la Red Nacional de Teatro y Circo; gracias al apoyo del SNCP Gabinete Lara.

Mensualmente se programan funciones en los  nueve municipios de nuestro estado.

Programación

Atelana se prepara para representar a Lara en el Festival Internacional de Teatro de Caracas 2015 los días 18 y 19 de abril a las 3:00 p.m. en la Sala de Teatro La Colmenita, con Las aventuras de Minué, propuesta escénica con títeres a gran escala y música en vivo.

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