Una solución habitacional levantada por la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), al norte de Barquisimeto, podría desencadenar un problema de servicios públicos en Duaca.
Aves de Yucatán es el urbanismo financiado por el Gobierno Nacional y construido por la empresa iraní Kayson en la zona, donde el suministro de agua es una controversia histórica.
La contratista extranjera perfora siete pozos del acuífero Barro Negro, del municipio Crespo, para extraer, en lo inmediato, el agua que llegaría al nuevo conjunto.
Con 150 edificios de cuatro pisos, 4.032 apartamentos, cuatro estaciones policiales, nueve Simoncitos, siete escuelas básicas y un liceo, el complejo alojará cerca de 20.150 personas.
“Estamos hablando de una mediana ciudad que comprometerá el agua de Duaca, un pueblo con un promedio de 24.000 habitantes”, indicaron los miembros de la Comisión de Agua del municipio Crespo, Reinaldo Rojas y Jesús Dugarte.
Pese a las advertencias, el Gobierno nacional insiste en garantizar el trasvase de agua para Aves de Yucatán, sin medir las consecuencias en Duaca y alrededores.
La obra, que cuenta con el respaldo de la Empresa Noroccidental de Mantenimiento y Obras Hidraúlicas (Enmohca), se denomina Plan de Abastecimiento Duaca-Eneal-Yucatán.
“La comunidad abriga el temor de que la aducción afecte el potencial del acuífero Barro Negro, que es la fuente de abastecimiento de Duaca y El Eneal”, señaló el doctor Reinaldo Rojas.
La Comisión de Agua, elegida en una asamblea de ciudadanos, no está en contra del trasvase de agua, aclararon.
“Recomendamos a las autoridades (Alcaldía de Crespo, Concejo Municipal, Hidrolara y Kayson) que el agua fuera tomada del acuífero de Licua.
Hay un problema de planificación. El acuífero que surte a las poblaciones de Duaca es muy limitado”, agregaron.
Las necesidades de abastecimiento serán resueltas con pozos que para el año 1996, ya estaban al límite de su explotación según estudios hidrológicos, recordó el ingeniero agrónomo, Jesús Dugarte.
“No entendemos cómo un proyecto de 4.032 viviendas pretende resolver el problema del agua en dos meses, si lleva cuatro años de construcción.
Ponen a Duaca entre la espada y la pared”, alertó.
Recientemente, el alcalde Miguel Valecillos, adelantó en un programa de televisión que los pozos de agricultores pasarían a la orden del municipio Crespo.
Es decir, señaló el ingeniero Dugarte, que expropiarían las fuentes de agua de 1.000 hectáreas donde producen leche, hortalizas, maíz, sorgo, trigo, pasto y otros rubros que generan actividades económicas.
“ ¿Qué significa eso?, ¿Acaso aceptan que no hay agua y piensan resolver a expensas del desarrollo agrícola del municipio? Es un asunto grave”, indicó el especialista consultado.
Para el doctor Rojas, más allá de un problema de control o decomiso de extensiones de tierra, hace falta un plan de manejo de los acuíferos en Crespo.
“Es importante, a partir de ahora un monitoreo de los pozos.
Ya es un hecho la construcción de la aducción, por lo tanto, deben realizar chequeos permanentes y, en la medida que extraerán el agua, estudiar cómo se comportan los niveles para que no haya una debacle. Si Duaca se quedara sin acuíferos tendrían que mudar a la población”, aconsejó Dugarte.
Ambos consultados, comentaron que el Plan de Abastecimiento Duaca-Eneal-Yucatán carece de basamentos legales.
Aunque la contratista cuenta con la aprobación del Gobierno nacional, “omitió” algunos procedimientos, como la obtención de la Licencia de Aprovechamiento de Agua. Indicaron que el Ministerio del Ambiente y el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh) no se han pronunciado frente a esta obra que amenaza con afectar la calidad de vida de los habitantes de Duaca.
