El presidente venezolano, Nicolás Maduro, decidió el sábado suspender su viaje a Roma para encontrarse con el papa Francisco por cuestiones de salud.
El primer mandatario dijo en un programa de televisión que se quedará en Caracas por recomendación de sus médicos, quienes le dijeron que está afectado por «un fuerte virus».
Maduro tenía previsto reunirse el domingo con el máximo jerarca de la iglesia católica, a quien desde las víspera los venezolanos enfrentados al gobierno le pedían interceder por la liberación de los varios líderes políticos de la oposición que están presos.
El presidente aseguró haberse puesto ya en comunicación con el nuncio apostólico para pedir una nueva fecha de encuentro con el papa.
El sábado había tensión en Caracas en una vigilia religiosa en la iglesia La Chiquinquirá a la que convocaron las esposas de los políticos presos.
También se estaba a la expectativa de la posible llegada este domingo del ex presidente español Felipe González para participar en la defensa jurídica de dos opositores detenidos, entre ellos Leopoldo López quien ya tiene varios días en huelga de hambre en la cárcel militar de Ramo Verde.
