Tras varios años de ausencia de los escenarios locales, el actor Luis Fernández regresó a Barquisimeto este domingo para presentar la función 1.507 de No eres tú, soy yo, convertido en el segundo monólogo más exitoso de América Latina luego de El aplauso va por dentro, de Mimí Lazo, su esposa.
El Teatro Juares estuvo a casa llena; cientos de personas fueron, en pareja, a disfrutar de un paseo por las ansiedades antagónicas de hombres y mujeres que reclaman amor, matrimonio, derecho al sexo y otras situaciones que se derivan de las relaciones sentimentales.
Y si hay un hombre sobre las tablas de Venezuela que conozca las expectativas femeninas es Luis Fernández, quien ha observado a la mujer criolla desde hace unos 20 años, a través de las obras de Mimí Lazo, y más tarde, con su propia investigación basada en entrevistas realizadas en su programa de radio Sexo Sentido, que posteriormente fueron plasmadas en una serie de libros con el mismo nombre.
El sueño de la mujer venezolana
Luis Fernández precisó a algunas féminas del público para endosarles las historias de la noche.
El actor se paseó por lo que califica como “valores tradicionales” en la sociedad, que llevan a las mujeres a querer casarse para, finalmente, tener “el día más feliz de su vida”.
Con sus estadísticas sobre lo que quieren las mujeres para sentirse exitosas, Luis Fernández muestra un divertido cuestionamiento sobre la eterna búsqueda del llamado “amor de la vida”.
Los problemas de pareja y la eterna presencia de una mejor amiga en toda crisis, se suman a la conclusión del protagonista: “las mujeres quieren drama”.
Sin embargo, entre tantas carcajadas del público al ver a un tipo aparentemente machista sobre el escenario, el mensaje de Luis Fernández en No eres tú, soy yo, está cargado de palabras de aliento para la mujer venezolana.
Con el lema “si quieres hacerlas feliz no intentes comprenderlas”, el actor recomendó a los caballeros escuchar a sus parejas, aunque cueste entenderlas.
Recomendó a las damas olvidar los complejos. “Mujeres, quiéranse ustedes, porque les aseguro que afuera hay un hombre esperando para quererlas tal y como son”, dijo robándose sonrisas y aplausos.
Tras su estudio sobre el comportamiento femenino, aseguró que las mujeres venezolanas son las que, estadísticamente, levantan este país.
“Son buenas madres, hijas, esposas y profesionales. Tienen vocación de servicio. Paren con dolor (…) y todo eso lo hacen con el cabello perfectamente liso y en tacones 12 centímetros de alto (…) aunque ustedes mismas no se lo crean, son muy superiores a los hombres”, recordó.
Complacido con el público que lo aplaudió de pie, Luis Fernández dijo que esperaba haber tocado corazones en el Teatro Juares, donde se presentó por primera vez en 1987.