Rezaban en familia en pequeños oratorios de las haciendas o en los amplios salones de las casonas.
A pesar del movimiento comercial en la zona, Cabudare y Los Rastrojos, dieron muestra de una profunda vocación religiosa al preocuparse por disponer de una casa de oración.
La capilla Santa Bárbara, considerada Patrimonio Histórico y Cultural del municipio Palavecino, da cuenta de esa historia colonial apegada a la religiosidad.
Este oratorio formaba parte de una unidad de producción dedicada al cañamelar, patrimonio del alférez real Juan José Alvarado de la Parra, abonado vecino de este sitio.
A juicio del historiador Taylor Rodríguez García, cronista oficial de Palavecino, la capilla Santa Bárbara, fue el primer centro de pensamiento católico en las cercanías de Cabudare.
“Originalmente, a principios del siglo XVII, en un solar que perteneció a la familia Casamayor, en lo que hoy está asentado el caserío El Taque, existío una capilla de piso de tierra, sin paredes, alguna campana y un sitio de oración. Pero ésta no trascendió en el tiempo”, aporta el investigador.
El oratorio en dos etapas
La capilla Santa Bárbara llenó el vació de una iglesia matriz, y tuvo dos etapas bien documentadas: una primera desde 1797 a 1812, en donde fungió como iglesia matriz del sitio de Cabudare y sus aledaños, porque lejos estaba aún de decretarse la Parroquia Eclesiástica o Curato.
La otra etapa del oratorio correrá desde 1821 hasta 1835, porque si bien el 1º de abril de 1818, se había decretado la parroquia religiosa, aun no tenía un templo matriz, ni mucho menos una casa cural.
Como un dato curioso, la capilla Santa Bárbara fue reducida a polvo y escombros producto de pavoroso terremoto del 26 de marzo de 1812. No obstante, fue reconstruida en sus dimensiones originales porque en el testamento, “el alférez real fue muy enfático al escribir que se extraigan de las ruinas las piezas sagradas como el copón, el cali y otros materiales para construirse tal cual como el origial”, lee Rodríguez, añadiendo que de las edificaciones más antiguas de la Colonia, destaca esta casa de oración.
San Juan Bautista
El primer párroco del Curato de Cabudare fue Juan Francisco Muxica, hombre de avanzada edad, que era a su vez asistía al pueblo de Santa Rosa.
“Para cubrir esta deficiencia, se trajo a Cabudare como interino otro sacerdote que ofrecía la eucaristía en la capilla Santa Bárbara y atendía la construcción del nuevo templo: José Miguel Pimentel.
Otro dato relevante será que Cabudare tendrá como cura interino al padre José Macario Yépez, el sacerdote de la rogativa a la Divina Pastora, cumpliendo su labor durante los primeros treinta días del mes de enero de 1828, “esto porque probablemente se requerían sus servicios de maestro en el Colegio Nacional de Barquisimeto”, subraya el cronista.
El 17 de agosto de 1834, el padre José Miguel Pimentel i Bravo, quien será el tercer párroco de la parroquia eclesiástica con 32 años de servicio en el sitio, contribuyó a construir la nave central desde el 18 al 34.
Otro período importante para el templo de Cabudare, será desde 1835 hasta 1865, en donde se concretará el cimiento del campanario, coincidiendo la inauguración de esta infraestructura, la presencia del ilustre hijo de Cabudare y gobernador de la Provincia de Barquisimeto, general en jefe Nicolás Patiño Sosa.
Durante el centenario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar, Cabudare celebró el magno acontecimiento y en una fausta fiesta religiosa se inaugura el campanario y la cúpula de la iglesia matriz, evento registrado el 24 de julio de 1883 lo que consolida la sagrada edificación.
María y José
Para la construcción de la iglesia matriz de Los Rastrojos, los terrenos fueron adjudicados en el mismo momento del nacimiento de la Parroquia Civil Mongas, el 26 de noviembre de 1850.
“Los vecinos de esta localidad espontáneamente donaron tres terrenos: uno para el templo matriz, otro para la plaza pública y el restante para el camposanto, muy cerca del lugar”, apunta el historiador.
La iglesia se denominó con el nombre de María y José, y según el investigador eclesiástico presbítero Renzo Begni, ésta se construyó en dos fases: su nave central desde 1850 a 1864. El campanario y su cúpula, cuyo costo fue de 200 pesos, se levantó entre 1864 y 1865, año de su inauguración. El camposanto de Los Rastrojos entró en servicio 1890.
Fuente:
Datos de la Oficina del Cronista Municipal de Palavecino e investigador Argenis Latiegue, asistente del cronista.