En estas semanas a diferentes sectores de la vida pública nacional les ha dado por desconcertarnos, por lo carentes de norte, de valores y principios, lo cual ratifica la urgente necesidad de cambiar el rumbo o por lo menos a los que hacen de pilotos.
Fíjense que estamos tan desorientados que el que dice dirigir los destinos del país decidió, en medio de una crisis económica, con la mayor escasez de productos y con cifras exorbitantes de inflación, tomarse unos días de paseo familiar encubierto en una misión oficial. De Caracas a Brasil, de ahí a la China con parada en la roja plaza de Moscú, para luego recalar en el Medio Oriente, sin invitación, sin agenda y sin coordinaciones diplomáticas.
Leña para todas las brazas
Pareciera que en pleno vuelo les pedía a los pilotos que lo dejaran en la esquina, quizás por esa costumbre tan venezolana de pedirle a los autobuseros que así lo hagan. Nadie lo estaba esperando y para las reuniones sociales, el anfitrión se hizo acompañar con su amante combatiente y por ministros, transmutados en fotógrafos, para capturar las selfies, esa moda de autofotografiarse.
Para demostrar la informalidad a nuestro itinerante le dio por vestir mono deportivo, lo cual hace recordar a un mandatario venezolano que fue depuesto por un compadre y quien recibía las visitas, oficiales o no, en pantuflas. Es que el enmonado gobernante debiera ver si no le cayó la pava del compadrazgo.
Pero estas baboserías no son exclusivas del gobierno. A un alcalde capitalino perteneciente al partido cuya prioridad es la justicia, le ha dado por jugar a estar bien con Dios y con el Diablo.
En ese municipio se permite la protesta pacífica, pero vaya usted a saber qué es pacífica, porque según el burgomaestre de marras el que unos jóvenes coloquen imágenes de quienes fueron asesinados durante las protestas de 2014 es un atentado contra la salud de los chacaoenses.
Que Pérez Jiménez prohibiese el uso de la iconografía de Carnevalli, Pinto Salinas o Ruiz Pineda era lógico, pero que lo haga quien dice adversar al gobierno es como melindroso.
Pero sus desatinos no llegan hasta ahí, recientemente le dio por criminalizar a quienes cierren una vía para llamar la atención de las autoridades, porque a su justiciero juicio, ese tipo de protestas no son pacíficas porque violentan el libre tránsito. Me imagino a este adalid del derecho pidiendo la cabeza del ciudadano que se atrevió a interrumpir el libre tránsito de los tanques que se dirigían a la Plaza Tiananmen.
Con el santo de espaldas
Y la guinda que le faltaba a la torta, la pusieron en la procesión de la Divina Pastora, aunque en realidad más que la guinda pusieron la torta. Convertir un acto de peregrinación y fe en un sarao con mesoneros y todo, solo se les podía ocurrir a esa casta que dicen gobernar porque tienen el control de las armas.
Tan mal les fue que la única valla con alusiones políticas se cayó y se despedazó, a un lado quedó la imagen de la Divina Pastora y al otro la iconografía de la Revolución, un claro mensaje de la Providencia quien finamente rasgó tal procacidad.
Mientras hay quienes seguimos apostando por un país unido, lleno de tradiciones y de venezolanidad, hay otros a los que solo les importa su beneficio particular, ya que en lugar de tener posiciones firmes ante la vida, les resulta mejor (y vale más) ser una verdadera guabina en un país en el que se manda pero no se gobierna.
Llueve… pero escampa
@yilales