Liliana Hernández: Maduro debe comenzar a resolver problemas

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En la decisión de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicial quedó claramente establecido un nuevo concepto de continuidad administrativa.

Esto es algo así como medio preñado: está; pero, no está; sin embargo, gobierna, según la opinión de la doctora Liliana Hernández, ex diputada del Congreso Nacional y de la Asamblea Nacional, quien es integrante del comité político de Un Nuevo Tiempo.

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La decisión podemos no compartirla, pero decidimos acatarla, prosigue. Importante no es el asunto jurídico sino que el vicepresidente ejecutivo, que está gobernando a Venezuela, comience pronto a resolver los problemas.
Hemos pasado el mes de diciembre y lo que va de enero hablando de la Constitución, comenta.

Se han dejado de lado problemas como el desabastecimiento, la inseguridad, los nuevos cortes de energía eléctrica, asuntos éstos que la Mesa de la Unidad debería estar enfocando, partiendo del hecho que en lo jurídico el gobierno siempre tendrá como una buena salida a sus panas de la Sala Constitucional del TSJ.

-¿Cuál problema observa para la ejecución del presupuesto nacional en este momento?

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-Lo que hemos venido viendo es que hay un presupuesto aprobado y otro paralelo, el cual no pasa por la Asamblea Nacional, sino que se va desarrollando vía créditos adicionales que son aprobados por la Asamblea, pero no discutidos con los diferentes parlamentarios ni con cada uno de los estados.

Se aprueban asignaciones presupuestarias para obras y proyectos del Gobierno nacional, pero en ningún momento son consultados con gobernadores, alcaldes y diputados a los efectos de ver si esas son las prioridades de cada una de las entidades federales.

La realidad no es novedosa, dice. Tenemos viéndola desde el 2003 cuando un presupuesto fue aprobado por la Asamblea, que es una ley; y el otro paralelo, basado en créditos adicionales, el Fondo Miranda que son todos los reintegros que hacen los organismos al Tesoro Nacional al finalizar el año y representan entre el 12 y el 15 por ciento del presupuesto aprobado y de créditos aprobados, y los fondos que se manejan por la vía de distintos fondos (chino, iraníes, acuerdos que tenemos con distintos países, además del Fonden y otros).

No tenemos una precisión exacta de qué se hace con ese dinero, expresa. La última vez que hubo aquí una rendición de cuenta fue siendo ministro Rodrigo Cabezas.

-Si no se sabe como están las cuentas, ¿cómo marcha el país?

-Bien o mal, este crecimiento que tenemos del Producto Interno Bruto es financiado por ingresos petroleros y por los impuestos que pagamos los venezolanos, así como por los acuerdos y endeudamiento que tiene la República en este momento.

Es increíble que Venezuela tenga que endeudarse cuando Pdvsa tiene un récord de diez años con precios elevados del petróleo.
La industria tiene que endeudarse para poder financiar el gasto público del Estado.
Se puede aguantar eso, pero el punto está cuando esto estalle, advierte.
Hay un momento en que no te puedes endeudar más.

Es como cuando uno va al banco y coloca a la casa en garantía, luego el vehículo y más tarde empeñas las prendas; pero, después no queda nada. Eso le va a pasar a la República. La fecha no se sabe.

-Con el cálculo que se hace para el presupuesto aprobado, ¿se le quitan recursos por concepto de situado constitucional a los estados?

-Lo que ha venido pasando es que van sacando créditos adicionales después del mes de septiembre, que van compensando algo el diferencia del cálculo del presupuesto con lo percibido por la venta del petróleo. Hay una ley que dice que el restante 50 por ciento va a Pdvsa y una parte a las gobernaciones.

Nosotros veníamos de una lucha por descentralizar los recursos a los estados y municipios.

De hecho cuando se crea el Fides es para que ese impuesto que se cobra a cada ciudadano pudiera regresar nuevamente a la gente mediante la ejecución de obras, bienes y servicios por parte de gobernaciones y alcaldías

-¿No tiene ese mismo fin el Consejo Federal de Gobierno?

-El problema está en que se distorsiona, porque entran otros factores a decidir. Ya no hay un retorno para que las alcaldías y gobernaciones atiendan las necesidades como antes, sino que ahora cada gobernador, de acuerdo con los criterios establecidos por el Ejecutivo Nacional, presente los proyectos y el Consejo Federal se los apruebe.

Eso era algo que tenían que hacer los Consejos Legislativos, los cuales tenían que hacer sus debates y discusiones, donde participan las comunidades. Seguidamente, Liliana Hernández pregunta: ¿cómo se maneja desde Miraflores el poder absoluto de Venezuela? Todos estamos claros que lo más importante del poder es el control económico.

Ahora los consejos comunales tienen que ir a Caracas para que los funcionarios decidan si una obra o un proyecto se pueden hacer o no. Evidentemente, se ha involucionado.

No habrá devaluación este semestre

Desde hace dos años, cada enero pasamos por lo mismo y estoy convencida que es por falta de previsión, comenta Liliana Hernández.

Cuando hay que tener diciembre y enero con los alimentos que requiere la población, es preciso programar la importación en agosto.

-Pero, se dice que no hay suficientes importaciones porque faltan dólares e incluso se habla de una posible devaluación…

-De hecho en estos días apareció una declaración de Rodrigo Cabezas en la cual él dijo que iban a devaluar. En ningún momento habló de que esa devaluación sería en función de la productividad del país.

Y después, en otras declaraciones, aclaró que en ningún momento había dicho eso. Según las informaciones que yo tengo, por lo menos en este primer semestre, no tienen contemplada una devaluación fuerte. Hasta que Chávez regrese no aplicarán ninguna medida en este sentido.

En el caso del ministro Jorge Giordani es muy difícil que haga un planteamiento de esa naturaleza porque es muy dogmático en materia económica. Lo que se ha comentado es que el dólar Sitme pueda pasar a 7 y 8 bolívares. La devaluación nunca es buena para nadie.

Lo que está sucediendo es que la gente que va a adquirir bienes en el mercado, se encuentra que se está haciendo los costos al cambio oficial en todo aquello que no está regulado.

Pero, en lo que está regulado existe el problema que no lo hay. Es por eso que no se consigue leche, harina, pollo, café azúcar. Ya se está racionando el pan.
El vocablo popular siempre había sido que el muchacho nacía con el bollo de pan.

Volviendo a la devaluación dijo que no era bueno hablar de ese asunto.
El gobierno tiene que ir actuando gradualmente, porque cualquier medida de impacto eleva la inflación. Para que la medida no tenga el efecto de emergencia, deben ser muy comedidos los funcionarios encargados de aplicarla.

En los consejos comunales funciona la lista Tascón

Se ha perdido mucho en lo que habíamos avanzado en el proceso de la descentralización que permitía a gobernaciones y alcaldías recibir recursos para ejecución de obras y servicios solicitados por las propias comunidades, expresa Liliana Hernández.

Claro está, había que poner orden en muchos casos, admite. Pero, la descentralización era como un muchacho que estaba creciendo.
Prácticamente, podemos decir que era un adolescente cuando llegó Hugo Chávez al poder.

– ¿Cómo se explica que no existan controles sobre los recursos que se entregan a los consejos comunales?

-No vamos a generalizar. Hay consejos comunales que han hecho sus obras y no han tenido ningún problema. Así, como todo en la vida.

También hay otros que tienen más tinte político partidista, que están protegidos por dirigentes del proceso denominado revolucionario, que han tomado el dinero y estafado a las comunidades.

Cuando se hace una evaluación de los consejos comunales se indica ese tema en lo personal y si se habla con la gente de las comunidades, lo primero que resalta es que haya más contraloría social.

Realmente es una exigencia porque ha habido mucho abuso por parte de algunas personas que han resultado electos integrantes de esas organizaciones, pero su interés no ha sido para trabajar por las comunidades, sino para su propio peculio.

El otro problema que tienen los consejos comunales como figura es que para que se pueda actuar y recibir los recursos, tiene que estar visado por el Ministerio.

Los integrantes de esos consejos, sea de cualquier parte del país, desde la más remota frontera, tienen que ir a Caracas, para hacer las gestiones pertinentes de obras y proyectos, por cuanto solamente en la capital se pueden aprobar los recursos o, en caso contrario, objetar los planteamientos formulados.

Pero, si dentro de los miembros de un consejo se encuentra una persona que está en la tristemente lista del desaparecido Luis Tascón, los funcionarios encargados de la tramitación proceden a decir que hay que sacarlo para que pueda ser aprobada la solicitud.

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