Los habitantes de Las Veras, en el municipio Crespo, sólo tienen como recurso para hacerse sentir como damnificados por la falta de agua, protestar públicamente cerrando la carretera Duaca-Barquisimeto.
Ayer fue la tercera vez que recurren a ese método para llamar la atención de las autoridades municipales y regionales pues previamente lo hicieron hace unos dos meses y la pasada semana.
Este lunes, muy temprano, colocaron restos de árboles en el sector Mis Viejos impidiendo el tránsito automotor en ambos sentidos.
“Estamos cansados de que nos mamen el gallo cada vez que salimos a protestar porque nos mandan unos camiones y a los pocos días volvemos a lo mismo; a morirnos de sed”, dijo Ingrid Virguez, una de las líderes de la manifestación.
Recordó que hasta hace unos 14 años las familias de Las Veras recibían agua por tubería pero dejaron perder el acueducto y quedaron a expensas de los camiones cisternas de la Alcaldía de Crespo e Hidrolara.
“Nos estaban mandando 40 viajes cada ocho días, 26 de la alcaldía y 14 de Hidrolara, pero últimamente tampoco están cumpliendo y por eso salimos otra vez a protestar”, agregó Carmen Rodríguez, otra vecina.
Para reclamar una solución definitiva al problema cerraron tan importante vía a las siete de la mañana, hasta cerca del mediodía, obligando a gran cantidad de viajeros a permanecer en el lugar para poder seguir hacia Duaca o Barquisimeto.
“Entendemos que esa gente esté sufriendo por la falta de agua, ¿pero qué tenemos nosotros que ver con eso?”, se preguntaba uno de los transportistas mientras esperaba la reapertura de la vía para seguir hacia Aroa.
Sólo se permitía el paso a vehículos con verdaderas emergencias, en especial enfermos.
Los transportes colectivos hacían trasbordos de sus pasajeros, como ya es costumbre cuando sus vías son cerradas.
Uniformados de la Policía y Guardia Nacional permanecían a la expectativa para evitar cualquier acto de violencia.
Poco después de las diez de la mañana se presentó Carlos Rodríguez, director de Servicios Generales de la Alcaldía de Crespo, quien dialogó con los líderes de la manifestación para tratar de convencerlos de la necesidad de levantar las dos barricadas colocadas en el lugar.
Atribuyó las fallas en el suministro al contratista encargado de coordinar los camiones cisternas.
Garantizó estar en comunicación con un funcionario de Hidrolara para incrementar la cantidad de camiones cisternas a la distribución del vital líquido a Las Veras y caseríos vecinos.
Explicó que la Alcaldía se había quedado sin dos de las unidades por desperfectos mecánicos.
Ante las explicaciones de Rodríguez algunas de las amas de casas presentes se mostraban dispuestas a levantar el cierre pero otras lo rechazaban.
“Nos meten otras mentiras como ha pasado otras veces. Nos mandan un camión y nos vamos para las casas y dentro de pocos días volvemos a quedar sin el servicio”, se le escuchó a otra de las jóvenes.
Para las primeras horas de la tarde el tránsito quedó restablecido, aunque no se descartan futuras protestas similares si incumplen las promesas de este lunes.
