El ingeniero agrónomo Vicente Emilio Ramírez Herrera, natural de San Felipe, convirtió en todo un oficio su pasión por la artesanía, se considera cultor popular.
Está dedicado a la talla en madera desde el año 2005, tras su paso por la Escuela de Bellas Artes en Valencia, donde por casi tres años cursó estudios de artes plásticas, destacándose en la pintura y la escultura, al principio como un pasatiempo.
Ese amor por las artes tiene su origen en bachillerato, contó.
El profesor de la materia Artística, le sugirió encaminarse por el sendero de la plástica en virtud de sus cualidades.
“En la escuela tuve muy buenos profesores como el escultor Cardona Moreno, el muralista Toledo Tovar, el pintor Braulio Salazar, entre otros. Era un pasatiempo, pero en 2005 me expropiaron la finca que tenía, por lo cual me dediqué de lleno al oficio de tallador día tras día”.
Ramírez Herrera talla imágenes religiosas en cedro, específicamente vírgenes, no esculpe santos.
“Las vírgenes estéticamente se ven mucho mejor al tallarlas. Me inicié con una Virgen del Valle, pero la que más he hecho es la Divina Pastora, con la cual he participado en varias exposiciones”.
En el Museo Arquidiócesano ubicado en Santa Rosa, exhibe dos tallas, una de 80 cm y otra de más de un metro de altura. Son tallas en madera de cedro, pintadas en acrílico.
El tallador participó igualmente en una de las exposiciones en homenaje a la Divina Pastora que se realiza en la Fundación Juan Carmona.
Añadió que utiliza elementos naif en sus producciones, las cuales derivan de la ingenuidad y espontaneidad.
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