Las colas se han convertido en una condición normal para la adquisición de alimentos, compra de medicamentos, cemento y hasta para retirar los documentos de identificación como el pasaporte y la cédula.
Poco a poco, los ciudadanos se han ido acostumbrado a esta penuria, la necesidad los obliga a asumir la espera, algunos armados con sus sillas plegables, sombrillas y viandas para hacer sus comidas.
Este lunes, las colas fueron parte de la cotidianidad barquisimetana.
A las afueras de un reconocido centro ferretero, las personas esperaban la llegada del camión de distribución de cemento. Hace 15 días se organizaron en 120 listas de 80 personas cada una para poder obtener el preciado material de construcción.
Sandra Martínez relató cómo todos los días se colocan a las puertas de este establecimiento para esperar su turno y poder adquirir nueve bolsas de cemento para completar su vivienda. “Venimos por el precio. Nos venden 9 sacos en Bs. 70 cada uno, mientras que anteriormente hemos tenido que comprarlos a revendedores en Bs. 400, eso sí, sin cola, pero no alcanza el dinero para tanto gasto”.
En los mercados, las colas también se han vuelto una costumbre, muchos recorren varios establecimientos y cuando llegan a uno recién surtido, se quedan para poder obtener alguno de los productos más buscados, entre ellos la harina de maíz, aceite, café y papel higiénico.
“Prefiero hacer la cola que comprar con el triple del precio en la calle. Los revendedores especulan demasiado y es injusto que ellos tengan bultos de productos y nosotros solo podamos adquirir de a poco”, comentó Elida Rodríguez, mientras hacia paciente su cola en uno de los mercados de la ciudad.
En el centro, las colas se van acumulando por cuadras y cambian también de objetivo. Las tiendas de electrodomésticos son las más buscadas, a pesar de que el surtido en ellas es limitado debido a la falta de divisas para importar.
Ante la pregunta: ¿Por qué están haciendo esta cola?, algunos respondieron a las afueras de Inamoto en la avenida 20: “para ver qué se consigue”; es decir, los usuarios hacen fila sin saber siquiera qué pueden o no comprar.
Hasta la cédula
La espera ha invadido las instituciones del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería, Saime, bien sea para solicitar, retirar pasaporte o tramitar la cédula de identidad.
En la oficina Barquisimeto II desde las 4:00 de la mañana comienzan a hacer fila los usuarios, que son convocados a través de un mensaje de texto para retirar su pasaporte. Muchos de ellos han esperado hasta seis meses para este documento.
Dentro de las oficinas se esfuerzan por hacer la entrega en el menor tiempo, pero es complicado por el volumen de solicitudes. Se conoce que al estado arribaron 20 mil pasaportes, tramitados desde octubre del 2013.
Otros acuden a esta sede con la esperanza de sacar la cédula. Pastor Olivares comentó que desde hacía un mes buscaba un operativo para renovar su documento sin éxito.
