El país busca desesperadamente un atisbo de claridad y el líder está obligado a señalarle el camino.
Eso requiere un entendimiento superior, una clarividencia natural, así como un sentimiento atado al suelo, junto a las miserias del resto de los mortales, sobre la base de la humildad.
El líder puede saber más, pero nunca deberá sentirse más. Su premio será, siempre, una gloria efímera. Los tiempos aconsejan más sacrificio que ambición.
Alfonso Marquina es político, contador público y administrador comercial, por la UCAB.
-¿Hay un acuerdo tácito entre oposición y oficialismo, a fin de violar por igual el artículo 188 de la Constitución, que exige haber residido cuatro años en la entidad para ser electo diputado?
-El único acuerdo que pudiéramos lograr entre Gobierno y oposición tendría que ser un acuerdo público, que busque resolver temas como el de la inseguridad, la inflación, la escasez. Ahora bien, a los que pretenden descalificar a la oposición con esos argumentos, uno podría devolverles un descalificativo igual, y decirles: ¿No será que hay un acuerdo entre esos que se llaman tercera vía, para ver cómo dividen y debilitan a la oposición?
-Usted asegura que residió aquí.
-Ya yo lo he dicho suficientemente, y lo demostraré en la instancia jurisdiccional. Yo residí más de cuatro años en este estado. Evidentemente hace muchísimos años, pero el extremo legal está cubierto.
-¿Cuándo fue eso?
-En la niñez, estaba yo muy pequeño. Papá trabajaba en el área de geología del Ministerio de Minas e Hidrocarburos. Están las constancias y el récord de trabajo de mi papá. Lo mandaron para acá porque creo que había un proceso de ampliación o privatización de las minas de cemento. Estamos hablando del año ’66, ’67, yo nací el 30 de noviembre del ’64
-No estaba ni para el kinder, entonces.
-Estaba muy pequeño.
-La oposición pierde un argumento para atacar a los “paracaidistas” del PSUV. El caso de Carmen Meléndez, enviada a Lara. Carreño, que fue muy reprochado aquí, ahora va ahora por Delta Amacuro. ¿Cómo criticarlos a ellos si ustedes hacen lo mismo?
-Bueno, yo no sé si Carmen Meléndez residió en algún momento de su vida o no en el estado Lara. Lo que te puedo decir es que yo sí lo puedo demostrar. Así que los que impugnen o demanden, bueno, sencillamente ese tema jurídico lo podemos dirimir en los tribunales o ante el órgano administrativo, que en este caso es el Consejo Nacional Electoral.
-Lo cierto es que a usted lo impugnan del lado de la propia oposición. El PSUV no puede.
-La pregunta es: ¿Realmente estamos hablando del lado de la oposición?, porque yo veo a quienes hablan de legitimidad y no tienen ninguna legitimidad, hablaron de hacer primarias y no hicieron primarias, dicen que residen en el estado y hace muchísimos años que no residen en el estado. Incluso, algunos ni siquiera residen en el país.
-¿Le puede poner nombre y apellido a eso que está diciendo?
-No, porque estoy hablando en términos generales. Estos problemitas de división están presentándose en muchas partes. Hay un factor común, que es el Movimiento al Socialismo; hay un operador político, que es David De Lima. Son los que están montando estas divisiones en todo el país.
-De todas maneras este asunto debe ser para usted una piedra en el zapato. ¿Le ha ocurrido algún incidente desagradable?
-No, todo lo contrario. Yo tengo más bien que agradecer las expresiones de solidaridad, de apoyo, los altos niveles de conocimiento y valoración positiva a mi gestión parlamentaria. Yo no sé si otros pueden decir lo mismo, pero en cualquier comunidad la gente me reconoce y estimula a seguir defendiéndolos desde el parlamento nacional. Y eso no sólo ocurre en Lara, sino en cualquier parte del territorio nacional.
-En la última elección municipal usted pertenecía a UNT. El 5 de agosto de 2013 declaró a Televen desde Maracaibo, y criticó que el PSUV enviara como candidato a la alcaldía de la capital zuliana, para competir con Eveling de Trejo, a Miguel Ángel Pérez Pirela. Y que enviaran a Dante Rivas a Porlamar y a Francisco Garcés a Guaicaipuro, en Miranda. Usted dijo que ellos no tenían “esa conexión tan necesaria entre el elector y el elegido”. Y agregó: “Eso va a generar rechazo”.
-Mira, estoy hablando de casos de alcaldes y gobernadores. Si tú revisas, todos los que citaste eran candidatos a alcalde. Allí sí la Constitución y la ley de manera expresa pide haber residido los últimos cuatro años antes de la elección, a diferencia de los candidatos a diputados nacionales, que dice: haber residido en el estado. Esa es la pequeña gran diferencia. En el caso de los diputados es haber residido en algún momento.
-¿Es cierto que su traslado a Lara se debe a que Primero Justicia quiso desvincularlo del estado Miranda, ante aspiraciones suyas en esa entidad?
-No, ¡por Dios!, para nada, mira, si algo he sido yo es que soy un parlamentario de vocación. Si tú revisas, en el año 2010, cuando salimos electos, ya en el año 2011 muchos diputados estaban planteando aspiraciones a alcaldías o a gobernaciones. Yo fui de los muy pocos que nos quedamos allí, porque entendíamos que fuimos electos para legislar, para representar al pueblo desde esa tribuna, y no podíamos abandonarla.
-¿Usted cree que le habría ganado en unas primarias en Lara a Pedro Pablo Alcántara o a Eduardo Gómez Sigala?
-El tema de las primaras ya se ha discutido bastante. En el caso de Lara, y en Miranda, la decisión de la Mesa de la Unidad fue no realizar primarias, porque en las primarias la participación electoral es baja. La historia te dice que la participación está entre un 8 ó 10% del electorado, y quien tiene la estructura, la organización, incluso el poder en una región, influye de manera determinante en los resultados. Yo pedí primarias y fui uno de los que no sólo entendió el razonamiento de la MUD, sino que lo acaté, porque para mí el interés del país está por encima. Si tú hacías primarias en Lara la influencia del gobernador Henri Falcón habría llevado a que quizá todos los escogidos fueran los de la fórmula que él presentara. Lo mismo podía ocurrir en Miranda, con el gobernador Capriles. El país quiere no es que sea fulano o perencejo. Lo que el país quiere es que Venezuela cambie.
-En el año 2000 usted salió electo diputado en Sucre, por AD. En 2010 salió electo en Miranda, por UNT. Ahora aspira a ser electo en Lara, por PJ. En cada elección un partido y un estado distintos. ¿Usted es ubicuo territorial y políticamente?
-No, mira, si alguien es constante, soy yo. Por encima de cualquier militancia política están mis principios y mis valores. Cuando yo me he declarado antisocialista, antichavista, es porque siempre me he enfrentado al irrespeto a la gente, a la imposición de las ideas. Después de militar en AD más de 30 años salí del partido expulsado, porque me opuse públicamente a una decisión inconsulta, que fue la de llamar a la abstención electoral en las parlamentarias de 2005. Bueno, el tiempo me dio la razón. Por eso junto con Rosales y un grupo de venezolanos decidimos reincorporar al país a la participación electoral, y constituir un partido nacional a partir de Un Nuevo Tiempo. Lamentablemente la salida de Rosales del país llevó a que prácticamente se castrara la democracia interna dentro del partido, y después de siete años de fundado, cuando se pidió unas elecciones internas, bueno, se me solicitó la renuncia al cargo de secretario general por haber pedido eso. Yo pensé que si la condición para militar en un partido era no exigir democracia interna, era mejor no estar en ese partido.
-¿Vive ahora en Villa Roca, en Cabudare?
-En Villa Roca 3.
-¿Se inscribió para votar en la Biblioteca Pública Otto Cividanes Lira, en Las Mercedes?
-Sí señor, y no de ahora, como andan diciendo: que están haciendo una concesión para mí, que el CNE iba a dar un plazo para que pudiera modificar mi residencia.
-A propósito, ¿ya sabe quién es Otto Cividanes Lira?
-Sí, cómo no. Ahora, fíjate tú, una de las cosas que la gente señala por ahí, no la gente, las dos o tres personas que andan tratando de descalificarme, es que dicen: Marquina no conoce los problemas del estado. Primero, es una gran mentira, porque los problemas del estado que se atienden en la Asamblea son los problemas nacionales, y tengo pleno conocimiento de esos problemas nacionales, no sólo del problema sino de las posibles soluciones. Pero, en todo caso, si se refieren a los problemas menudos, a los problemas cotidianos, a una acera rota, a un bote de agua en una calle, ¿qué es peor, no conocerlos, o conocerlos y no haber hecho absolutamente nada durante mucho tiempo?
La MUD en el banquillo
-La MUD recibe un aluvión de críticas. La acusan de tener sólo una agenda electoral, de no abrirse a la sociedad, de estar dominada por tres partidos. Usted mismo hace años exigió una profunda revisión interna de la MUD.
-Lo dije y lo mantengo. Una de las críticas más fuertes que yo le hacía a la Mesa de la Unidad es que constantemente se privilegiaba el debate político, y creo que con la entrada de “Chúo” Torrealba, un luchador social que ha estado siempre con las comunidades atendiendo sus problemas, buena parte de eso se ha venido resolviendo.
-Los partidos se han venido a menos. En el liderazgo político abunda el individualismo, el ego, el oportunismo, el discurso vacío.
-Bueno, yo no percibo eso, por lo menos en el caso particular. Al contrario, cada vez que he llevado una propuesta parlamentaria lo hago atendiendo las necesidades de la gente. Como te decía al principio, la gente me valora y reconoce eso. Por ejemplo, yo tengo ahí unos proyectos de leyes que están engavetados. Estoy seguro de que con una nueva mayoría parlamentaria vamos a lograr aprobarlos, para hacer justicia social. El caso de la ley del bono de medicina para los pensionados y jubilados que, por cierto, Maduro después de que yo presenté el proyecto de ley anunció en varias oportunidades que por ley habilitante lo había aprobado, y hasta este momento no se ha pagado. He planteado la modificación de la ley del cestaticket o bono de alimentación. Resulta que cuando nuestro alcalde Alfredo Ramos y Andrés Velásquez llevaron al parlamento esa ley, Venezuela no estaba viviendo un proceso de hiperinflación como en la actualidad.
-Ahora, fíjese usted, la nación vive una de las crisis más severas de toda su historia republicana. Sin embargo, tenemos una sociedad postrada, que no ve un cauce político. Hay una parálisis social que sólo podría explicar un estado de incertidumbre, el descreimiento.
-Eso es parte del reto que tenemos por delante. Por eso te digo, mira, para mí el objetivo es hablarle a la gente de sus problemas y de sus soluciones.
-Tenemos un país de potenciales emigrantes. La encuesta de Datincorp revela que 49% de los venezolanos está dispuesto a irse si se le presenta la oportunidad. Por cierto, sólo 8% se iría por razones políticas.
-Se van porque no ven futuro, porque no tienen perspectiva de progresar. Se van por la inseguridad. Es muy grave que el principal producto de exportación de Venezuela sea el talento de nuestros jóvenes, pero más grave es que de las 25.000 personas que pierden la vida, años tras año, ante la indiferencia de este Gobierno, más del 75% sean menores de 25 años.
-Según el Estudio de Coyuntura Venezuela, 45% del país pide un Gobierno de unidad nacional, de inmediato. ¿Es un rechazo a los radicalismos?
-Yo creo que los radicalismos terminan siendo irracionales. Lo peor que se puede hacer en momentos tan difíciles como éste, es perder la racionalidad.
-Las encuestas, en promedio, hablan de un rechazo a Nicolás Maduro del 76%, más del 45% se identifica con la unidad. ¿Asimilaría un país crispado que, pese a eso, la noche del 6-D Tibisay Lucena le pinte a los venezolanos una “tendencia irreversible” roja rojita?
-Mira, yo creo que tenemos que entender muy bien que cualquier escenario es posible a pesar de esos números. No significa que porque el Gobierno esté mal, la oposición está bien. La oposición estará bien en la misma medida en que nos mantengamos unidos, en que tengamos una propuesta capaz de interpretar y de animar a la inmensa mayoría. Tenemos la necesidad de convencer a la gente de que el gran control ciudadano lo tiene el elector. Todo lo que hoy nos divida favorece al Gobierno.
-¿Usted cree posible una salida negociada a la severa crisis venezolana?
-Mira, yo creo que lo primero que tenemos que hacer es demostrar que somos la mayoría, y, con el control de la mayoría de un parlamento democrático, forzar esos acuerdos nacionales.
-¿Cree usted que Henrique Capriles debe tener un nuevo chance de llegar a Miraflores?
-Mira, yo creo que Capriles demostró en un momento difícil para la oposición su compromiso con el país. En el año 2013, después del fallecimiento del presidente Chávez, nadie quería asumir el reto de ser candidato presidencial, porque se veía prácticamente como imposible ganar, por esa enorme carga emotiva que había en el país. Creo que tiene legítimo derecho a una nueva oportunidad.
-Eso quizá no le guste a Falcón.
-Mira, Falcón también es un extraordinario gobernador, pero es que si algo es bueno en la alternativa democrática es la pluralidad.
-Diga una buena razón para que los barquisimetanos voten por usted.
-Las mejores razones que pueden tener los electores para votar por un diputado a su reelección es la valoración o la evaluación que hagan de su gestión. Y yo creo que en Lara, y en Venezuela, la valoración de mi gestión es positiva.
Tostadas y caimanes
-¿Ya probó usted la tostada caroreña?
-Ya la probé, y voy a tratar de no comerla mucho, porque estoy un poco pasado de peso.
-¿Está enterado de la importancia de Yacambú?
-Absolutamente, no sólo de Yacambú y de todo el mal manejo que ha habido, sino también de Dos Bocas, que creo es también una necesidad para este estado.
-¿Sabe dónde está la represa Dos Cerritos?
-Sí. Creo que tenemos que hacer una inspección, para revisar lo que es toda la protección de la cuenca. Se ha sido muy permisivo y hay un maltrato a la cuenca y eso es lo que ha aumentado en buena parte toda esa erosión que se ha venido produciendo.
-Y del Caimán de Sanare, ¿qué nos puede decir?
-¡Ahí sí me raspaste!
No ha sido posible
Desde hace dos semanas hemos intentado traer a este foro a dos personeros del oficialismo: Julio Chávez y Germán Ferrer, candidatos a diputados por el circuito 2, el de la Montaña.
La cita, en ambos casos, ha sido pospuesta, una y otra vez, hasta estancarse en un punto muerto.
Es un deber con los lectores insistir, y por eso ahora la invitación es pública. En aras del equilibrio, nosotros estamos obligados a escucharlos. Y por respeto a sus votantes, ellos tienen el encargo político, y moral, de comparecer.
Seguimos pendientes.
