La Flor y sus innúmeros causahabientes

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Acaso sea, el símil de ventisca desintegradora, una gráfica manera de apreciar, la rauda visita del Ministro de Turismo, Andrés Izarra, a esta apacible urbe neosegoviana. Al despedirse dejó en el ambiente, su disposición de utilizar instalaciones de la Flor Bolivariana, para realizar programas de promoción turística, no obstante que desde allí, en forma sistemática y continua y con espíritu emprendedor, Milagros Gómez de Blavia, lleva a cabo tareas de significación en el campo del arte y la cultura.
Como corresponde al señor ministro, por ser su competencia en la materia de Turismo, el éxito no estará de su lado en esta fatigada gira, `pues, si es la señalada, la meta anhelada que persigue, se le trasmuta en objetivo difícil de lograr, como son los impedimentos que se mencionan a continuación.
El Ministro antes de hacer un análisis previo, de naturaleza jurídica, se abstuvo de considerar, que la Flor de Venezuela, tipifica un bien inmueble por su destinación, en tal sentido, debe permanecer adherido a la tierra, a su plataforma inamovible, en el mismo sitio, con todas sus adherencias y pertenencias; cumpliendo las funciones que tiene señaladas en el Acta Constitutiva de su objeto jurídico, o en los Estatutos Sociales respectivos.
En Venezuela y en el medio, es mucho el avance logrado, en orden a Constitución y funcionamiento de organizaciones culturales, descentradas y autónomas, en diversos tipos y variedad de formas. Me viene a la memoria, como anillo al dedo, el dinámico grupo Cultural Chacao, por estar marchando a plenitud de objetivos, en la nueva concepción asumida. La Flor de Venezuela, es una institución civil descentralizada, con personalidad jurídica propia y diferente del Ejecutivo del Estado Lara, la entidad que la auspicia y prohíja, su distinto régimen jurídico, conformado por los Estatutos Sociales.
A este respecto, se debe indicar, que la Constitución Bolivariana, como Carta Magna, de mucho avance en doctrina y teoría constitucionales, de modo especial, en este caso, en lo que menciona los constitucionalistas: “declaración programática”, aporta, en este preciso sentido, normas de efectividad e idónea aplicación. Tal como las previstas por el artículo 326, ejusdem. Muy adecuadas y cónsonas, para derivar de su uso, diversas innovaciones en tipologías y nuevas organizaciones culturales, en virtud del privilegio de “corresponsabilidad”, establecido por mandato constitucional. Por estas argumentaciones de nuevo contenido jurídico y el derecho pleno de los causahabientes, le será imposible a los sátiros de la voluntad de poder, menoscabar el regio fortilício de la Flor de Venezuela, patrimonio de esta entidad federal y de toda la comunidad larense.
En el sentimiento popular, en ocasional coloquio, se comenta esa oferta de improntus, que hizo el Ministro de Turismo. De la gente que asiste a los concurridos actos que se celebran en la Flor de Venezuela, que marcha a plena actividad, se oye el constante comentario, de que es un propósito avieso para perturbar la obra administrativa del Gobernador Henry Falcón y por trascorrales, llegó la inmancable triquiñuela. Hombre de diálogo y tolerancia, el Gobernador de los larense, sabe cumplir sus obligaciones y esa es la pesadumbre y el interminable sufrir, de quienes darían la vida, por bajarlo del cargo, que desempeña con proba y probada honestidad.
El Ministro se emparenta mucho y esta al integro servicio de ese régimen que tiene a Venezuela en la desintegración moral de la Republica, que para darle una cobertura sociológica, representa el entronizamiento de las clases ineducadas en el Poder político. Desde otra concepción, actúa dominado por el síndrome de la paranoia del rencor. Dentro de estas advenedizas retaliaciones, la fatalidad es capaz de realizar y llevar a cargo tareas, que cercenen nobles aspiraciones y destruyan propósitos para enaltecer acendrados ideales colectivos.
A la Divina Pastora, Madre excelsa de todos los bienes, al crepúsculo iridiscente (Manto de Berenice) al binomio, conjunción de Estado y Sociedad Civil (Principio de Corresponsabilidad) esa muchedumbre de asociaciones culturales y consejos comunales que le son tributarios y a la voluntad y ardiente fe del pueblo, exhortamos la protección, custodia y conservación de la Flor de Venezuela y quienes no permitirán este máximo emblema de cultura larense, trueque su status de inalienable patrimonio del Estado Lara y de los larenses.
Sin moral republicana no puede haber gobierno libre!

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