Precios petroleros relativamente bajos probablemente dominarán la escena económica de Venezuela durante 2015, por lo cual una disminución de precios que se traduzca en un 30% menos de ingresos en moneda extranjera va a tener efectos desfavorables para la economía.
El pronóstico lo hace el economista y exdirector del Banco Central de Venezuela, José Guerra, quien asegura al referirse al comportamiento de la economía en el 2014, que el Producto Interno Bruto (PIB), registra una caída de 4,2%, como consecuencia de la severa declinación de más de 20,0% de las importaciones privadas.
Asegura que la tasa de inflación se sitúa en 80% y en 100% en alimentos, como resultado de una acción combinada de una política deficitaria financiada con impresión de dinero y devaluación del bolívar.
Asimismo estima que el efecto de un ingreso declinante y la aceleración de la inflación explican la disminución de las remuneraciones reales de los trabajadores y el repunte de la pobreza, que al concluir 2014 se acercará al 40,0% luego de ubicarse en 27,3% en el 2013.
Perspectivas 2015
Dados los escenarios que se avizoran, con un grave cuadro inflacionario y la restricción de divisas, luce improbable que la simple expansión fiscal sea suficiente para sacar la economía de la contracción, advierte que el riesgo es “que la inflación se desborde”.
Asegura que la disminución de los ingresos fiscales, el potencial financiamiento monetario del déficit, reservas internacionales en el límite mínimo admisible, una amplia brecha cambiara como expresión de un control de cambio colapsado, compromisos de pagos de deuda externa que exceden la capacidad de generación de ingresos, un sistema de precios relativos destruido, capacidades productivas averiadas por un control de precios disfuncional y la falta de un equipo económico coherente y carente de liderazgo, permiten concluir que la crisis económica que se conformó en 2014 se extenderá a 2015.
Ello se expresará en mayores restricciones en el acceso a las divisas que pueden llevar a que el Gobierno intente renegociar la deuda externa en vista de que no resulta viable tener que cancelar $ 11.200 millones en servicio de la deuda externa en momentos en que se registra una caída vertical de los ingresos de divisas.