En exclusiva para EL IMPULSO, el hermano de David Ramírez, señalado de supuestamente haber asesinado a la modelo larense Ángel Medina, declaró a través de una carta.
Lo primero que escribe Derwin Ramírez, es que su hermano, está tranquilo “porque es inocente. Está con mucha fuerza y fe. Estudiando y leyendo mucho. Se ha dedicado a compone y escribir”. Cabe destacar que David Ramírez permanece detenido en Caracas, en la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), junto a Mauricio Villegas y Yoalber González, pues Víctor Marín goza de una medida cautelar.
Según Ramírez, fue “una irresponsabilidad absoluta lo que manifestó ayer en medios larenses la madre de la víctima, queriendo achacar la aplicación de justicia a ‘presuntas manos invisibles’ que no existen. A fantasmas mentales de las que no hay prueba alguna de que sea cierto”, afirma.
Derwin Ramírez confiesa que se sienten humillados en su familia, sentenciados sin razón, lo que les duele pero “nos llena de fortaleza saber que estamos en el camino correcto y no vamos a descansar hasta que David Ramírez salga libre y de muestre su inocencia”.
Interrogantes sin respuestas
“¿Cómo es qué algo tan escandaloso como un presunto estrangulamiento precedido de una supuesta discusión fuerte, no haya sido percibido ni detectado en lo más mínimo por la madre y la hermana de la víctima estando las dos allí?, ¿por qué Lidia y Teresa (madre y hermana de Medina) se contradijeron en sus declaraciones? Lidia dice que Teresa durmió con ella y que salió a las 6:00 a.m., pero Teresa dice que ella durmió en su cuarto y su mamá en el suyo. En cualquiera de las dos versiones, ¿ninguna escuchó nada? ¿qué habrá detrás de todo esto? Pareciera que lo más fácil era culpar al novio. ¿Sabían que a ese vehículo también tenían acceso Lidia y la amiga Willneidis? ¿sabían que un funcionario policial, llamó a Willneidis, en horas de la mañana del día 6 de agosto de 2014, para confirmarle que se trataba del cadáver de su amiga y que fuera a la morgue a reconocerlo? ¿sabía que eso está en las actas procesales y en el testimonio de esa dama? ¿sabía que en la telefonía eso coincide? pero aún peor, la pregunta correcta sería ¿por qué ese funcionario llamó primero a esa dama antes que a la familia de Ángela? ¿cómo y por qué ese funcionario tenía su número telefónico? ¿sabían que cuando David, en horas de la mañana, fue a buscar a Willneidis para saber sobre Ángela, esta se fue con él en el carro Cruze y lo guió justo por el sitio de liberación del cadáver? ¿Cómo sabía ella la dirección exacta?”
Todas estas interrogantes fueron planteadas por Derwin Ramírez, quien conoce el caso de primera mano. Según él, la fiscalía promovió como presunta prueba un video tomado de la cámara de seguridad de un restaurante, ubicado en la vía hacia el lugar de liberación del cadáver, a través del cual se observa pasar por ahí, un vehículo a la 1:26 “¿qué carro fue, tipo, color? no se sabe ¿quién lo maneja? no sé. Solo se observa pasar por dos segundos, un carro, vía Yaritagua, jamás se ve en el video, que retorna, es decir no hay prueba alguna que certifique que ése fuera el carro de la víctima ni mucho menos que ese vehículo estuviera conducido por mi hermano, ¿no y que eran dos carros?”
Las preguntas que se hace el hermano del incriminado en el caso, no acaban: “Ángel Medina, padre de la víctima, declaró: Cuando llegué a la morgue el funcionario me entrega la cédula de mi hija. ¿cómo es eso? ¿y es que todos sus documentos personales, cédula, tarjetas de débito no estaban en su bolso? ¿manipularon evidencias? ¿por qué? ¿con qué fines?
Otra de las presuntas evidencias que se han mostrado ante los tribunales es el GPS del vehículo Cruze, propiedad de Medina, “resulta que según el mapa de rastreo satelital ese carro justo a la hora en la que según la fiscalía estaba pasando frente al restaurante vía Yaritagua, estaba al mismo tiempo en la Redoma de Santa Rosa, entonces ¿el vehículo de Ángela se desdobló? ¿estaba en dos lugares bien equidistantes al mismo tiempo o sería otro carro? ¿a quién se le cree? ¿al video de la cámara del resturante o al GPS del Chevystar? ¿Con quién y para qué a esas horas de la noche habrá salido la víctima en su vehículo? ¿por qué los acusadores obviaron deliberadamente el testimonio de nuestra testigo presencial, por cierto, la única en todo el caso, que certifica que David se encontraba en la plaza de Santa Rosa?”
Cuenta Ramírez que la autopsia practicada en la morgue del Hospital de Barquisimeto por el médico forense, certificó que el cadáver de la víctima no tenía ningún tipo de heridas abiertas, sangrado líquido ni coagulado en ninguna parte de la superficie del cuerpo, “y allí va mi última reflexión: ¿entonces de dónde salió la sangre con la cual según reaccionó las presuntas pruebas de luminol efectuadas en los vehículos? ¿de quién era? ¿sangre humana, de animal o más bien jugo de frutas u otros elementos que hagan reacción química? esto es un falso positivo, una fábula””, afirma, tajantemente.
Acusación con vacíos
Después que la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) aprobara la radicación del caso solicitada por la defensa, se llegó a la audiencia preliminar del 19 de diciembre 2014, en la cual se declaró una “nulidad absoluta” de la acusación presentada por la fiscalía. Frente a esto el tribunal que lleva la causa, le ordenó al Ministerio Público que subsanara los vicios encontrados y procediera a presentar un nuevo escrito en un plazo no mayor de 30 días. El 18 de enero de 2015, vuelven a presentar un escrito “acusatorio, absolutamente falaz, inverosímil”.
El retardo procesal para ambas partes se evidenció, luego que el tribunal que lleva el caso no diera despacho, hasta que se fijó la audiencia para el pasado 31 de julio, a casi un año del asesinato de la modelo larense, que se cumple hoy.
“No tienen elementos de fondo, que no sea el mero e irresponsable capricho de querer, ellos huir hacia adelante, al no querer reconocer el desastre, teniendo a tres inocentes seres humanos presos ilegalmente. Entonces, como táctica dilatoria deciden recusar a la juez que conocía el caso, para evitar a toda costa la audiencia preliminar. Esto pareciera ser práctica recurrente para intentar violar la autonomía del poder judicial venezolano”.
