El joven director de orquestas José Jesús Olivetti, hizo un alto en sus compromisos internacionales para continuar su trabajo con la Sinfónica Centro Noroeste, que agrupa a los núcleos Cují-Tamaca, Duaca, Quíbor y El Tocuyo.
El barquisimetano, titular de la Orquesta Geresao de Lisboa y primer violín de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Lara, dirigió el año pasado el himno de la Champions League durante el partido final y asumió diferentes responsabilidades como promotor de El Sistema en Portugal.
Olivetti, quien se encaminó por el sendero de la dirección orquestal en el año 2007, atesora un cúmulo de experiencias que hoy día lo sitúan en un importante pedestal y tras los pasos de sus coterráneos, Diego Matheuz y Gustavo Dudamel.
-¿En qué trabaja actualmente?
-Recientemente, dirigí el concierto de la Sinfónica Juvenil en el marco de los 40 años del Sistema de Orquestas. Trabajo igualmente con los núcleos que conforman la Orquesta Centro Norte, ahora ampliada porque se incorporó el núcleo Incret, que funciona en la Casa Sindical. Son 400 muchachos aproximadamente. Queremos que los núcleos más distantes suban el nivel, experimenten el mismo dinamismo que se vive en la ciudad, se integren a otras orquestas, se conozcan y en un futuro cercano cada municipio tenga su orquesta juvenil e infantil completa. También, con esta iniciativa pretendemos seleccionar a los futuros profesores de cada uno de los núcleos para prepararlos en el Conservatorio. Queremos fortalecer los núcleos, capacitar a los monitores y mediante un repertorio específico, juntarlos a todos y cristalizar un concierto dos veces al mes.
-El Sistema cumplió 40 años, qué le parece la Fiesta del Millón?
-Fue una gran idea del maestro José Antonio Abreu. Las etiquetas #GraciasMaestro y el #El Sistema Cumple40 han sido las más replicadas. Por primera vez en el mundo, un país genera tanta actividad musical, llegando a espacios de todo tipo. Con esta fiesta se muestra en cada aula, de cada colegio, en cada comunidad, una propagación real de El Sistema. Realmente un reto. Somos más de 500 mil los miembros del programa, así que es posible.
-Qué significó dirigir el himno de la Champions League?
-2014 fue un año intenso. Muchos viajes y compromisos que dieron su fruto. Uno de los más importantes fue el concierto de la UEFA Champions League; eso fue increíble, realmente emocionante. Dirigí la Orquesta Juvenil Generación y al coro del Conservatorio de Lisboa. Dirigí el Himno de la UEFA y el Aleluya de Handel. Una experiencia única. Creo que es la primera vez que un venezolano hace esto. De allí surgieron otros compromisos, fue una ventana para la orquesta y para propagar El Sistema en Portugal.
-Años atrás iba a los cursos de dirección y ahora los imparte, ¿cómo ha sido eso?
-Sí, realmente es increíble porque te das cuenta que otros países quieren replicar la estrategia de El Sistema. Los miembros de este programa, a escala mundial, estamos muy comprometidos y solicitados para esa misión que encargó en cada uno de nosotros el maestro Abreu. Desde que uno entra a una orquesta, lo forman para ese oficio, para ser docente porque la idea es enseñar. Me han tocado orquestas con niños muy pequeños pero la preparación en El Sistema es única. Es un crecimiento sobre la marcha.
-¿Cuándo regresa a Portugal?
-El 7 de marzo regreso para cumplir compromisos con una orquesta nacional infantil que se está creando en Portugal y realizar conciertos en varias ciudades del país. Luego, regresaré para continuar mi trabajo aquí. Después, vuelvo a Lisboa para ejecutar un concierto en el Teatro San Carlos. Cumplo con otros conciertos aquí en Venezuela y retorno para los compromisos de cierre de temporada en Portugal. La Geresao comenzó con la dinámica de El Sistema y se ha mantenido en esa línea. La orquesta creció, comencé dirigiendo 140 personas y ahora se trata de 250 músicos. Cada vez que estoy en Portugal debo supervisar cada núcleo.
-Ante tantas responsabilidades, ¿cómo hace para no perder el norte?
-El apoyo de la familia ha sido y es muy importante. Mis padres nunca permiten que desmaye. Ante cualquier reto, siempre me recuerdan lo alcanzado hasta ahora. Se trata de constancia, de cómo te apoyen la familia, los maestros, los amigos, los colegas. Tanta actividad te permite evolucionar y aprender. No tienes tiempo de sentirte más que nadie porque al momento de hacerlo, otro músico te pasó por encima. Es fundamental conservar las raíces, cada vez que estoy aquí quiero aprovechar el tiempo con cualquier orquesta y los núcleos. Para este 2015 tengo compromisos en Croacia y posiblemente en Mozambique, Finlandia y Viena.
-En poco tiempo ha alcanzado importantes méritos, ¿qué consejo le brinda a quienes desean seguir sus pasos?
-Lo primero es no hacerle caso a lo difícil que puede ser o a las personas que dicen eso. Uno mismo es quien se pone las barreras. Mientras más soñemos, más lejos podremos llegar. Lo otro es ser muy disciplinado y organizado. Trazarnos metas y encontrarle cabida a todo. Pese a las dificultades existen alternativas, maneras de llegar a la meta. Cuadrar los horarios de estudio. Sueño, disciplina y fe en uno mismo, esa es la clave.
-¿Cuál es su visión con respecto a la crisis social y económica de Venezuela? Algunos artistas se muestran preocupados ante la escasez de insumos y accesorios. ¿Venezuela se divide en dos, la de El Sistema y la de la escasez?
-Lo que sucede es que El Sistema está muy bien hecho. Su objetivo como proyecto social es el futuro de los niños y la juventud. Mucha gente quiere tomar El Sistema como bandera política, de lado y lado, y no se dan cuenta que en lugar de tomar El Sistema como bandera, deben tomarlo como ejemplo. La música rompe las barreras, raciales, políticas, económicas, religiosas. Todos trabajamos por un proyecto en común, si en Venezuela, todos trabajáramos juntos, como en la orquesta, la historia fuese otra. Es un error politizar El Sistema y la cultura en general.
