8 millones de venezolanos no gozan de empleo formal

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El fallecido presidente venezolano Hugo Chávez solía realizar anuncios generales que luego eran aclarados por los ministros encargados. Similar estrategia aplicó el pasado miércoles el actual mandatario nacional, Nicolás Maduro, quien además confesó tampoco conocer de economía.

Tal planteamiento fue hecho por Gerardo Álvarez, economista, profesor titular jubilado de la UCLA, con posgrado en economía en Inglaterra. Admitió que el anuncio de medidas en cadena nacional no le generó sorpresa, puesto que se traduce en las mismas prácticas de su antecesor.

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Sin embargo, lamentó que en los últimos dieciséis años Venezuela haya sido dirigida por personas que desconocen la materia económica, por lo cual han tomado de manera errónea importantes decisiones de tipo financiero.

Apuntó que si bien los asesores del mandatario deberían ser economistas, esto no ha sido exactamente así, sumado a que sus consejeros internacionales son de origen cubano, por lo cual están “preñados de un matiz ideológico distinto al profesado en Venezuela”.

Esta reflexión la realiza Álvarez con motivo del referido discurso de Maduro, el cual, a su juicio, estuvo cargado de aspectos positivos unos, negativos y contradictorios otros, además de preocupantes vacíos.

 

Reconocimiento de lo positivo

A diferencia de otros representantes del sector oposición, Álvarez considera como “positivo” el anuncio de ciertas decisiones de tipo económico.

Rescata se haya hecho público el incremento del salario mínimo del 15%, a partir del 1° de febrero.

Al respecto señaló que a pesar de que atizaría la inflación, representa también una “ilusión monetaria”, ya que los venezolanos recibirán un incremento de aproximadamente Bs. 750 mensuales, que tampoco son desechables.

Sin embargo, no es menos cierto que al aumentar los sueldos se genera una carrera entre los ingresos y los precios de productos y servicios. Por tanto, ese incremento de aspecto positivo disminuiría el poder adquisitivo de la población, porque habría un incremento de estos. Asimismo calificó como positivo, pero insuficiente, llevar el aumento de pensiones a 300 mil. Comenta que no podría estar en desacuerdo con favorecer a un importante sector en crecimiento de la población. Sin embargo, el anuncio debió beneficiar a todos los venezolanos mayores de 60 años de edad.

Dijo que tampoco está en desacuerdo con la creación de Bono Salud para los pensionados, promesa que por cierto realizó en enero del 2014, sin cumplir, y que en esta oportunidad puede que cobre fuerza, ya que se trata de un año electoral.

En cuanto al aumento de becas para estudiantes sostuvo que le pareció positivo, pero aún incompleto, ya que los gastos de estudio son aún mayores.

“Este aumento es pírrico y sumamente incompleto. Para dar tal, hubiese sido preferible no hacerlo, pero existen muchachos que ni siquiera tienen dinero para almorzar y a ellos les beneficia”, comentó.

Igualmente calificó la meta de entrega de 400 mil viviendas para 2015 como “imposible”, ya que en 2014 sólo fueron entregadas 67 mil.

Álvarez añadió que estas medidas están impregnadas del matiz político de las elecciones parlamentarias, y que favorecen relativamente a quienes son su objetivo estratégico: personas de menores recursos económicos.

 

Pesa la negatividad

A juicio de Álvarez el presidente no planteó la Memoria y Cuenta del año 2014, sino su interpretación de lo ocurrido en ese período. “No realizó una exposición exhaustiva sobre los principales problemas económicos que Venezuela atravesó en dicho año”, reprochó.

Refirió que ha debido precisar cifras de decrecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que fue de 4% promedio, lo que según la técnica económica representa una crisis financiera, puesto que decreció en los cuatro trimestres del año.

Maduro también ha debido exponer las cifras macroeconómicas más importantes, comentó el analista económico, quien además señaló que tampoco expuso los resultados y logros de su gestión.

El precio del petróleo fue la única variable económica mencionada.

Sobre las cifras de desempleo citadas del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), dijo que estas eran maquilladas y que no corresponden a la realidad del país, puesto que cerca de ocho millones de habitantes no gozan de empleo formal, y el ente oficial asegura que esta es del 5%, lo cual le resulta falso; producto de los cambios en la metodología de cálculo, que actualmente toman en cuenta aquellas personas que reciben dinero por concepto de misiones y el comercio informal.

 

El precio de la divisa

A juicio de Álvarez es un error continuar con un dólar a Bs. 6,30, incluso para alimentos y medicinas, puesto que a este precio sólo importa el sector público, y el uso de dichos recursos es por tanto discrecional, mientras que las empresas privadas de alimento, desde hace varios meses no son llamadas ni siquiera a subasta de Sicad II y en el último trimestre del año tampoco les han liquidado dólares preferenciales, lo que las obliga a importar con dólar negro y generar pérdidas o simplemente no producir.

Álvarez señala que al dejar sólo a Bs. 6,30 alimentos, medicina y salud, el resto de las importaciones serán adquiridas a una nueva tasa que se desconoce, pero sobre cualquier hipótesis representaría una devaluación implícita que oscilaría entre el 400% y 700%, puesto que se habla de Bs. 25 o Bs 50 por dólar.

La devaluación se ha atrasado tanto que ahora resulta más costosa para el gobierno. Así lo cree el economista, quien señala que existe una serie de decisiones de tipo financiero que han debido tomarse el pasado año. “Alargarlas representa un mayor costo político”.

Por estrategia política la nueva tasa será anunciada posteriormente por los ministros, misma que se trasladará al precio de los productos y servicios.

A esto añade que el dólar a Bs. 6,30 es “inconsistente” y “distorsiona el sistema de precios en Venezuela, creando diversos estamentos”.

A su juicio la solución es incentivar la producción nacional y no sólo depender del sector externo, ya que en la actualidad se importa entre el 70% y 80% de los bienes que se consumen en la nación.

Al consultarle sobre un posible precio del dólar comentó que “mientras más elevado mejor”, puesto que en la medida en que se sinceren los precios las empresas producirán aún más.

También le pareció contradictorio que el segundo Sicad, según anuncios del presidente, se establezca junto a las casas de bolsa, ya que años atrás fueron acusadas de realizar operaciones de carácter ilegítimo. Se preguntó, por qué ahora sería distinto.

Planteamiento contradictorio

Si se recibe la mitad de los ingresos petroleros, en comparación al pasado año y a consecuencia de la baja en el precio del barril, la capacidad del gobierno para ofertar divisas también disminuirá a la mitad.

Esto sumado al pago de la deuda externa en 2015, año en el cual se deben cancelar cerca de $11 mil millones. Sin contar con el gasto en importación de alimentos y otras necesidades primarias.

Pero en vez de tomar decisiones como la devaluación o ajustar el gasto público, el gobierno se contradice al no rectificar su presupuesto nacional para el año 2015. Por el contrario anuncia una expansión del gasto público a través de los programas y misiones.

Los analistas presumen que dicho excedente del gasto público será financiando por la devaluación o la emisión inorgánica de dinero, a través del financiamiento que otorga el Banco Central de Venezuela (BCV).

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