Foul infame por Alfonso Saer

Veintiséis hits, catorce lanzadores, grandes atrapadas magallaneras y una sentencia arbitral para la historia. Los Navegantes empataron la serie a dos luego de atravesar aguas turbulentas. Se aprovecharon de un Yohan Pino inefectivo y se adelantaron con jonrones de Giménez y Alfonzo. Ligaron contra Jhonny Montoya y fabricaron la que dolía en el octavo ante Yoervis Medina. La mácula del partido la proporcionó el juez de la raya izquierda, Edward Pacheco, en el segundo. Con Luis Valbuena embasado, Robert Pérez pescó un envío de Fabio Castro y la botó por la izquierda a un lado del poste. La televisión -no todos los canales ofrecieron la repetición- lo descubrió con una pifia del tamaño de esta final. La bola entró a la grada por dentro y Pacheco no la vio. ¿Hasta dónde llegará su error? No es posible saberlo, pero la serie cambió de rostro. La LVBP debió, con tantas posibilidades televisivas, imponer la repetición instantánea. Una definición de campeonato la merece.
Los dos clubes fueron bateadores e improductivos. Magallanes sólo hizo dos en el segundo con un cuadrangular y tres sencillos. Eso porque Luis Valbuena decapitó una línea encendida de Endy Chávez. La visita tampoco le sacó renta al cuarto episodio. Tras el bambinazo de Alfonzo, tuvo tres en circulación sin out y Montoya pudo dominar a Chávez y a Elvis Andrus, este último para doble play. Sin embargo, al derecho lo emboscaron en el quinto, capítulo de dos carreras con gran incidencia en la pizarra final. El engarce de Rivera con dos a bordo en el cuarto ante un batazo de José Yépez, evitó al menos una marca. Mucho más adelante, la atrapada de Carrera en el noveno con una potente línea de Jiménez que describía un arco hacia la raya, fue de las mejores en tiempos recientes. Ambos mánager movieron su bullpen intensamente. Otra clave estuvo en que Montoya no paró a los marinos, y Deolis Guerra sí lo hizo ante los crepusculares en el quinto y en el sexto. Despertaron ambas ofensivas, pero los guantes valencianos de alguna manera impusieron su ley.
Extraño descanso dominical. La serie seguirá en Barquisimeto y Magallanes garantizó que jugará de nuevo en su casa. Presumiblemente se repetirá el duelo de la primera fecha entre Carlos Zambrano y Ken Ray. Vimos un buen juego de pelota, empañado por un fallo que genera amargo sabor en la afición larense. Un espectáculo de esta notoriedad no debió empañarse así. Esto parece que va para largo.