Estudiantes de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado no atendieron el llamado a clases convocado por las autoridades.
Ayer efectuaron asambleas por decanato y acordaron mantener el cronograma de protesta.
Una porción de estudiantes ha solicitado el reinicio de actividades, pero la mayoría vota en contra. Y la situación se repite en casi todas las facultades.
En Ciencias de la Salud alegaron que seguirán en la calle junto al movimiento estudiantil, por lo tanto rechazaron el comunicado enviado por el Consejo Universitario, en el cual mencionaron la reanudación de clases.
Luis Peraza, miembro del Centro Estudiantil de Ciencias de la Salud, comentó que acordaron efectuar jornadas sociales, en alianza con el Decanato de Veterinaria y, a la par, asistir a las concentraciones.
Isabel Colmenárez, estudiante de Psicología, agregó que esperan planificar otras manifestaciones.
Los estudiantes también se rehúsan a reactivar el calendario académico progresivamente.
“No están dadas las condiciones de seguridad para incorporarnos a las actividades de aula”, explicó la presidenta de la Asociación de Profesores de la UCLA, Déborah Velásquez de Valecillos.
El martes 8 de abril, Apucla convoca a una nueva asamblea de profesores para discutir la posible reanudación de actividades.
Sin embargo, los estudiantes indicaron que la suspensión de clases es por tiempo indefinido.
Versión del rectorado
De acuerdo con la presidenta de Apucla, el rector Francesco Leone anunció que la Gobernación se comprometió a enviar funcionarios policiales hasta los núcleos.
“No podemos permitir que se repita el episodio de violencia del Decanato de Ciencia y Tecnología”.
Velásquez agregó que el llamado a clases irrespeta el acuerdo de Apucla y los estudiantes.
Irrespeto a la vida
Por iniciativa del noveno semestre de Psicología de la UCLA, la profesora Hisvet Fernández impartió ayer la clase magistral Derechos humanos: antes y después del 12F, en la avenida 20 con Morán.
“El pueblo está despertando naturalmente desde el 2013”, comentó la psicóloga.
En este sentido, señaló que el año pasado se produjeron 12 protestas al día en el país y se “radicalizaron” los métodos.
Agregó que los venezolanos reclaman el derecho a la vida digna.
La violación de los derechos humanos se agudizó luego del 12F de este año, reiteró.
La censura de los medios, la criminalización de la protesta y la represión desmedida son muestra de que la democracia está en terapia intensiva, dijo.
El estudiante Omar Cabrita añadió que la protesta es el resultado de las necesidades insatisfechas. Los índices de escasez, pobreza e inflación han derivado en acciones de calle, generalmente opacadas por los enfrentamientos.
