Estudiantes, héroes de la patria

Los educadores hemos sentido siempre un amor especial por los estudiantes, ellos son como nuestros hijos. Andrés Eloy decía: «Cuando se tiene un hijo, se tienen todos los hijos del mundo». Los maltratos, humillaciones, vejámenes y violaciones a sus derechos humanos, nos duele en el alma y hacen que la sangre nos hierva en nuestras venas y el corazón casi se nos salga de la rabia e indignación. Observando la brutal represión, concluimos que estamos en presencia de un “régimen fascista” al estilo del nazi-fascista dictador Mussolini. Un régimen salvaje, que destroza las libertades públicas, reprime, golpea y encarcela la disidencia. Los estudiantes en sus causas han sido antorchas del fervor libertario, donde arriesgan sus propias vidas, y lo más noble, lo hacen por el bien de todos. Hace 200 años, que el valor y dignidad de nuestra juventud estudiosa se cubrió de gloria en La Victoria, Estado Aragua, historia que escribieron con sudor, sangre y fuego.
La juventud es el tesoro más preciado de la patria, por esa razón, manifestamos públicamente nuestro sentimiento de solidaridad, respeto y admiración por ellos, y al mismo tiempo, rechazamos categóricamente la forma como han sido perseguidos, vejados y asesinados. Bolívar expresó: «No nos dominarán por la fuerza, sino por la ignorancia». Cuando un gobierno golpea, humilla y asesina a nuestros estudiantes indefensos, se degenera y cae en lo más bajo y vil, se convierte simplemente en un régimen fascista. Los estudiantes no son nazi-fascistas, sino quienes los reprimen y ejercen su persecución. Se olvidan que son simplemente representantes de un pueblo y su deber es tomar las decisiones correctas para beneficiar a la población y no contribuir al deterioro de esta. El Libertador dijo: “Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”. Por tanto, nos preguntamos: ¿Hacia dónde nos lleva tanta ignorancia?
El artículo 6 de la Carta Magna, consagra que nuestra nación, es y será siempre democrática, y no comunista. A raíz de los hechos sangrientos, Oscar Arias Sánchez, ex presidente de la República de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz, señaló lo siguiente: “Quiero sumar mi voz a un coro de preocupación que recorre buena parte de nuestra América. Miles de estudiantes y opositores al gobierno del Presidente Nicolás Maduro en Venezuela fueron brutalmente atacados con armas de fuego por los cuerpos de seguridad. En ningún país verdaderamente democrático uno va a prisión o es asesinado por pensar distinto o por querer manifestar su oposición a las políticas del gobierno. Venezuela puede hacer todos los esfuerzos de oratoria que desee para vender la idea de que es una verdadera democracia, pero con cada violación a los derechos humanos que comete niega en la práctica esa afirmación, porque reprime la crítica y la disidencia”.
La Constitución en los Derechos Civiles, artículos: 46, 53, 55, y 57, garantiza las marchas y protestas pacíficas, la libertad de pensamiento, la seguridad de los ciudadanos, el derecho a reunión, el respeto por la dignidad y derechos humanos de los manifestantes; además, limita el uso de sustancias tóxicas y prohíbe el uso de armas en éstas. Sin embargo, éste régimen “nazi-fascista” ha violado todos esos derechos constitucionales. El desbarajuste es producto de sus malas políticas, podrán sacar tanquetas y reprimir, pero jamás dominarán al bravo pueblo de Venezuela. ¡Qué vivan las marchas! ¡Qué vivan los estudiantes!
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