Menos de 100 pupitres para una matrícula de 189 niños y niñas de Educación Inicial y Primaria, es la realidad que enfrenta la Unidad Educativa Bolivariana Bello Monte, ubicada en el sector que da nombre a la institución, en la vía Río Claro. A esto se le suman problemas de infraestructura por falta de mantenimiento e inversión oficial. La comunidad educativa asegura que la escuela se mantiene por la vía de la autogestión, cuya ayuda es preventiva mas no correctiva.
El problema de mobiliario lo enfrentan desde hace dos años, conforme al crecimiento de la matrícula. Unos juegos de sillas plásticas de un vecino y algunos pupitres de instituciones públicas adyacentes sirven de ayuda en una evidente adversidad.
Tampoco cuentan con el suficiente número de mesas para la demanda de infantes. El mesón del profesor debe ser compartido con dos y tres niños para que éstos puedan cumplir con sus asignaciones académicas.
Incluso, la profesora Iraida de Alejos, denunció que cuando la matrícula completa asiste a la escuela, muchos de los alumnos deben recibir clases sentados en el piso.
Explicó, que la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (FEDE), cuenta en su despacho con la solicitud de equipamiento mobiliario para la escuela, la cual no ha sido respondida.
Infraestructura
No menos importante es el problema de infraestructura, sólo tres de seis salones cumplen con las medidas de longitud establecidas por el Estado venezolano. El salón de biblioteca tuvo que ser divido por la mitad para poder recibir a infantes de preescolar.
Además, que cuentan con problemas en el techado, cuya estructura le urge remplazo inmediato por la longevidad de las láminas de zinc (40 años).
“Prácticamente estamos hacinados cuando tenemos a toda la matrícula activa. Le presentamos a FEDE y Corpolara un proyecto de ampliación con dos aulas más para albergar a nuestros niños, pero hasta el sol de hoy no han respondido”.
También, se detallan otros problemas en luminarias, ventiladores y grietas de menor dimensión en paredes.
Baños, agua y cancha
Por otra parte, la profesora especialista Cris Aranguren, denunció que los baños no cuentan con la calidad óptima para la higiene de los infantes. Comentó que las reparaciones de la baterías han pesado sobre los bolsillos de la comunidad escolar.
El agua les llega solo los lunes y jueves durante cortos periodos de tiempo, por lo que deben almacenar el vital líquido en tanques provisionales.
Por último, la docente pidió una cancha para la escuela, puesto que la educación física y actividades recreativas las deben hacer en un patio de ocho metros cuadrados.
