Un conversatorio entre arquitectos e ingenieros del estado Lara, interesados por los problemas urbanos del estado Lara, demostró que una de las principales preocupaciones de los profesionales de estas áreas (así como de otros ciudadanos que participaron en el conversatorio) fue la falta de continuación de los proyectos propuestos para la mejora de las ciudades, que son frustrados cuando se ejecutan “cambios de manos” en los gobiernos municipales, de acuerdo con la política que acompaña a quienes llegan al poder luego de cada elección.
El arquitecto Claudio Beuvrin, profesor de la Universidad Central de Venezuela, señala que las ciudades carecen de una dirección clara que las lleve hacia el crecimiento y desarrollo, debido al abandono de muchos proyectos de vital importancia por no ser impulsados por el gobierno de turno, lo cual se suma a la falta de nuevos proyectos de envergadura que las pongan a la vanguardia del desarrollo urbano. Un hecho parecido a una empresa que aun cuando no muere, tampoco avanza.
“La ciudad crece por dejación; por inercia. No hay como deseo de tomar control, pero un control sano, para que las administraciones tengan un objetivo a largo plazo. Entonces vemos cómo se desperdician talento, oportunidades y se gasta dinero en tonterías. Con proyectos como Transbarca, que es un ejemplo típico de proyecto en el cual se hacen cambios sin que haya un consenso colectivo -a pesar de ser un proyecto esencial para la ciudad- y así saber hacia dónde se va con ese proyecto”, dijo.
La falta de reflexión sobre el estado de las obras en la ciudad, expone, se refleja en casos como el Aeropuerto Internacional Jacinto Lara, donde se requiere conocer si su ubicación en la actualidad es más idónea o si debería ser desplazado a unos cincuenta kilómetros de la ciudad debido a su impacto en los ciudadanos. Otras iniciativas que deberían ser sometidas a estudio son la posible ampliación de la avenida Venezuela, que choca con la calle 42 y pasa a ser una carrera de un solo canal, así como la situación de los “ranchos” que se están consolidando en las zonas centrales de Barquisimeto y las mejoras que se deben continuar en la avenida 20, ya que si bien se puede decir que se encuentra “menos mal que antes”, ello no significa que esta importante arteria se encuentre en las mejores condiciones.
Beuvrin recordó y felicitó la iniciativa del concurso 100 Ideas para Juntarnos, realizado por la Fundación Juan Carmona EL IMPULSO y la Fundación Espacios para la Vida en 2008 para la exposición de ideas sobre cómo hacer ciudad, sin embargo, a cinco años de la presentación y premiación de las ideas propuestas considera pertinente preguntarse ¿Qué pasó con esas ideas? ¿Por qué no fueron tomadas en su totalidad? ¿Si todas podían ser realmente viables o sólo algunas? ¿Por qué se pierden esas oportunidades y se invierte en las cosas pequeñas de poca importancia?
La clave para el desarrollo de la ciudad se encuentra en definir su misión y visión en el largo plazo, el rol de la ciudad, qué tipo de ciudad se quiere tener: universitaria, industrial, comercial o todas en conjunto. Como ejemplo de la importancia del análisis de impacto, Beuvrin pone como ejemplo el proyecto de Ciudad Hospitalaria en Cabudare, una importante iniciativa sobre la cual debe responderse primero si la ciudad tiene agua potable para alimentar esa infraestructura, cuál será su impacto ambiental, o si consolidará la independencia del municipio Palavecino del Hospital Central Antonio María Pineda o profundizará más la dependencia.
Legislación necesaria
Por su parte, el arquitecto Freddy Campos, también participante del conversatorio, también puso la falta de política de Estado para la continuación de las obras de envergadura como principal problema de Barquisimeto, ya que con el pasar de los años se han desaprovechado oportunidades como las que ofrece la zona de compresión de la ciudad, ubicada en los alrededores del centro de la avenida Venezuela) para el desarrollo de infraestructuras, que ofrece la posibilidad de un desarrollo bajo conceptos vanguardistas con obras que dejen a Barquisimeto edificaciones de alta calidad.
Un ejemplo del aprovechamiento de las zonas de descompresión sería el caso del barrio de Puerto Madero, ubicado en la ciudad de Buenos Aires, que en su época fue un conjunto de barracas de empresas navieras, pero con el crecimiento de la capital argentina se convirtió en una obra de concurso y actualmente es un sector de gran importancia. “Eso es lo que queremos para nuestra ciudad”, indica.
Campos apoya la idea de legislar sobre la continuación de las grandes obras que impulsen las gestiones municipales, sin importar el color político de los gobernantes que lleguen al poder durante el periodo en el cual se construyan, de manera que su culminación y constitución pueda estar garantizada más allá de la conveniencia política.
Reflexiones hechas propuesta
El conversatorio, realizado el pasado martes en el Colegio de Ingenieros del estado Lara, generó una serie de conclusiones, las cuales serán compiladas en un documento a los fines de presentarlas ante las autoridades, según lo informó Antonio Menuto, presidente de la institución gremial.
La solicitud de lograr la culminación de los proyectos por parte de los gobiernos locales, propuesta por la Dirección de la Escuela de Arquitectura, formará parte de los planes presentados, para evitar que los grandes proyectos sean engavetados cuando se produzcan cambios de gestión.
Asimismo, se expondrá la exigencia de agilizar los trámites de los permisos necesarios para la construcción de infraestructuras, por cuanto los arquitectos se ven en la obligación de acudir hasta ocho veces a las alcaldías para lograr cumplir con este requisito e iniciar los trabajos.
La necesidad de los concursos de arquitectura como una opción válida en la búsqueda de talento para la construcción de una determinada obra, fue presentada por el arquitecto César Rodríguez, quien confía en esta vía como una forma de garantizar que los proyectos sean desarrollados por profesionales de la arquitectura.
El especialista define los concursos de arquitectura como la convocatoria de varios arquitectos a participar, para que a través de un jurado especializado se les asigne una determinada obra de cualquier nivel de gobierno, luego de la valoración de su esfuerzo y reconocimiento a su talento.
Para lograr el reconocimiento de los concursos, la Sociedad Venezolana de Arquitectos seccional Lara propone presentar un proyecto al Consejo Legislativo para lograr que con el apoyo de los diputados se convierta en ley la inclusión de los concursos para la construcción de las grandes infraestructuras.
Aunque la necesidad de concurso de arquitectura atañe a las grandes construcciones, también se propone que la necesidad de convocatoria de arquitectos para una determinada obra se defina a partir del “rango de inversión” (cantidad de unidades tributarias) que ameritaría el proyecto a desarrollar. La SVA Lara podría incluso ser la plataforma para organizar y regular la convocatoria a concurso en cada caso que lo amerite.
Además de su declaratoria como opción válida, se buscaría lograr que por lo menos una vez al año se realice una convocatoria a concurso en el estado Lara, cuya realización puede estar soportada por una comisión responsable de la promoción y fomento de las ideas.
Hoy es el Día del Arquitecto
En honor a la fundación oficial de la Sociedad Venezolana de Arquitectos, el 4 de julio de 1945, hoy se celebra en todo el país el Día del Arquitecto, para honrar a una institución que tiene como principios impulsar el desarrollo de la arquitectura en el país, cultivar la ética profesional, establecer vínculos de unión entre sus miembros y buscar el mejoramiento de la profesión.
El gremio fue fundado por los destacados arquitectos Rafael Bergamín, Luis Eduardo Chataing, Cipriano Domínguez, Enrique García Maldonado, Heriberto González Méndez, Roberto Henríquez y Carlos Raúl Villanueva, en cuya memoria fue creado el Día del Arquitecto.
Con motivo de la especial fecha, hoy a las diez de la mañana, se llevará a cabo una actividad especial para los profesionales de la arquitectura, en las instalaciones del Centro de Ingenieros del estado Lara.
Concursos de arquitectura deben ser una opción válida
