El ex gobernador oficialista del estado central de Guárico, Luis Gallardo, y cinco ex funcionarios de su equipo de gobierno, serán enjuiciados por el presunto delito de corrupción cometido durante su gestión, informó el miércoles la Fiscalía General de Venezuela.
La fiscal general Luisa Ortega Díaz dijo que Gallardo y sus colaboradores serán enjuiciados por los delitos de peculado doloso propio, violación de procedimientos de licitación, malversación específica de fondos públicos y concierto de funcionario público con contratista.
De acuerdo con un comunicado divulgado el miércoles por el Ministerio Público, la fiscal indicó que los cargos fueron ratificados por la Fiscalía en la audiencia preliminar realizada en un tribunal del estado Guárico, ubicado unos 80 kilómetros al sur de Caracas.
El tribunal Segundo de Control de Guárico admitió la acusación y ordenó el enjuiciamiento de los seis ex funcionarios, contra quienes además «mantuvo la medida privativa de libertad», indicó el escrito.
Gallardo y otros cinco ex funcionarios permanecen recluidos en el Internado Judicial de Carabobo, agregó el comunicado.
Los funcionarios eran investigados desde el 22 de marzo pasado, cuando el procurador del estado central de Guárico, Ricardo Romero La Roche, denunció ante la Fiscalía el presunto incumplimiento en la ejecución de recursos para la construcción de viviendas en diferentes municipios de esa entidad durante la gestión del gobernador.
Gallardo completó el mandato del fallecido gobernador de Guárico, Willian (sic) Lara, cercano aliado y ex ministro del fallecido presidente Hugo Chávez.
Lara falleció el 10 de septiembre de 2010 luego de que el automóvil en el que viajaba se salió del camino y cayó en un río en el centro de Venezuela a causa de la lluvia. Lara tenía 53 años.
Tras la detención del ex gobernador en junio pasado, el presidente Nicolás Maduro declaró que la detención se produjo tras una «larga investigación».
«Está preso por actuaciones ya de la Fiscalía, el ex gobernador de Guárico Gallardo… lamentablemente, digo yo, porque cuando llegan estás informaciones uno tiende a no creerlas… y así van a caer todos los que estén metidos en cosas raras, más allá del afecto personal que uno pueda tener por una persona», agregó.
Las autoridades han reconocido que la corrupción es uno de los principales problemas que ha agobiado a la administración pública por varias décadas.
En la víspera, el presidente Nicolás Maduro solicitó a la Asamblea Nacional una ley especial para obtener poderes para legislar por un año en medio de críticas de opositores que consideran que la acción fortalecerá políticamente al gobernante en medio de los severos problemas económicos que enfrenta el país.
La ley Habilitante «es un instrumento absolutamente necesario… para corregir lo que está mal hecho, los errores del burocratismo, solo luchando contra eso lograremos imprimirle toda la eficiencia que necesita la revolución para resolver los problemas del pueblo. O lo hacemos hoy o la corrupción se va a tragar la patria», dijo el gobernante en discurso en la Asamblea Nacional.
«Este es un asunto crucial, trascendente, de vida o muerte para la República Bolivariana. Si la corrupción sigue reproduciéndose y perpetuando su lógica capitalista de destrucción, aquí no habrá socialismo», expresó el gobernante, quien en agosto anunció que pediría una ley habilitante para reformar leyes relacionadas con la corrupción.
La oposición ha señalado que la corrupción se multiplicó durante los 14 años de gobierno de Chávez _fallecido el 5 de marzo pasado debido a un cáncer_, y que las autoridades, incluido Maduro, no han realizado mayores esfuerzos para erradicarla.
En medio de los gritos de legisladores opositores, que lo acusaban de encubrir la corrupción en el gobierno y convertir la lucha contra ese delito en un arma de persecución política, Maduro afirmó el martes que no permitirá «la corrupción ni de cuello amarillo (opositores), ni la corrupción de cuello rojo rojito (funcionarios del gobierno). Es el mismo «hamponato» vista como se vista, la misma conducta apátrida y antipopular».
