Con el reciente préstamo de China, por $5.000 millones, Venezuela le adeuda a la nación asiática aproximadamente $24.000 millones, los cuales serán cancelados a futuro con petroleo.
Se trata de una operación, que en opinión de Luis Oliveros, economista y docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV), no es negativa, si se toma en cuenta que ningún otro país apoyaría financieramente de esta manera a Venezuela, no obstante, dichos convenios carecen de transparencia en los términos de acuerdo: se desconoce el uso del dinero y las tasas de interés, entre otros datos.
Recordó que se trata de un negocio que precede al 2008, para el cual se crearon múltiples tramos, uno a gran volumen y otro fraccionado; actualmente se renueva en tramo B.
Es de destacar que en 2014 fueron enviados a China más de 220 mil barriles de petróleo. Sin embargo, como el precio del crudo ha caído, será preciso para 2015 enviar una mayor cantidad.
Sobre el valor de este dinero en reservas internacionales, Oliveros recordó que es un aliciente, tomando en cuenta que las reservas líquidas ni siquiera alcanzaban los $1.000 millones. Sin embargo, se debe tener presente que se trata de una deuda más para Venezuela.
La estrategia del petróleo
Rafael Quiroz Serrano, economista especialista en Petróleo y también profesor de la UCV, salvó que estos acuerdos no comprometen las reservas petroleras de Venezuela, puesto que se estima, cuenta con reservas probadas para 300 años.
No obstante, señaló que es una especie de “trueque” y que el país acude a dicha modalidad por carecer de dinero circulante. Explicó que es un proceso legal puesto en práctica por otros países.
Subrayó que no se debe generar alarma por un compromiso de este tipo, sino por la no capacidad de producción de Venezuela.
Respecto al plazo de pago sostuvo que los términos de acuerdo son desconocidos, ya que comprende múltiples contratos que no son dados a conocer. Apuntó que la entrega de los barriles de crudo acordados, tiene distintos plazos a futuro.
