En Palavecino la cola se instaló con la madrugada

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Habitantes de Palavecino evocaron este lunes el amargo paro petrolero del año 2002, cuando se observaron en las distintas estaciones de servicios, kilométricas colas de hasta un medio kilómetro.

Los usuarios apreciaron con estupor cómo las personas ya hacían colas desde la madrugada de este lunes a las afueras de las bombas esperando que arribaran las gandolas con el demandado combustible.

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Las largas colas en la jurisdicción iniciaron desde el sábado. Trabajadores de las estaciones de servicio, indicaron que no hubo despacho la semana pasada y las reservas se agotaron.

Desde entrada la noche del pasado jueves, se habían quedado sin la gasolina de 95 octanos la mayoría de las bombas de Cabudare.

Reincide el problema

Hace unas tres semanas, EL IMPULSO realizó dos extensos reportajes sobre el desabastecimiento de combustible en Palavecino. Algunos propietarios de estaciones de servicio, cerradas por el mismo caso, quisieron desmentir y alegaron: “No estaban cerradas, sólo era que estábamos esperando los camiones cisternas de la gasolina”.

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Este lunes, las mismas estaciones de servicio se vieron en la obligación “forzosa” de cerrar por el mismo escenario, pero esta vez no colocaron ningún aviso de cierre para evitar alarma entre la población “y represalias del Gobierno”, agregó el encargado de una bomba en el perímetro de la ciudad.

Largas colas

Ya el domingo en horas de la tarde las bombas de gasolina de Cabudare centro y otras situadas en las afueras, estaban cerradas, y las que aún funcionaban, sólo expendían gasolina de 91 octanos.

Este lunes, ya el bajo octanaje había desaparecido, generando alarma e inmensas colas que abarcaban más de medio kilómetro.

En el caso de las bombas de la entrada a Cabudare centro, la cola iba desde la estación de servicio ubicada a un lado de la avenida Intercomunal sentido Acarigua-Barquisimeto, fila de carros que llegaba hasta el puente de Los Rastrojos.

En sentido contrario, en la estación de enfrente, la cola sobrepasaba la sede de Corpoelec y finalizaba en la avenida La Manga con el presbítero Daniel Vizcaya.

En la estación ubicada en la avenida Intercomunal frente a la urbanización La Hacienda, la larga fila de vehículos llegaba hasta la intersección de la Coca-Cola.

En las bombas de La Campiña y La Piedad, el drama era similar.

Poco transporte

La crítica situación de ausencia de combustible obligó a los transportistas a cargar sus tanques con gasolina de 91 octanos que de acuerdo con los entrevistados, no es la más apropiada para todo tipo de vehículos.

Otros no corrieron la misma suerte, y como consecuencia de las largas colas a las afueras de las estaciones que sí estaban prestando servicio, decidieron, unos hacer la kilométrica cola y otros, retirarse a sus casas a esperar se normalizara la situación.

Las paradas permanecieron abarrotadas de usuarios toda la mañana y en horas del mediodía, la gente murmuraba y especulaba sobre el ambiente.

Los mototaxistas y carros piratas sacaron ventaja de la falta de combustible y en una moto subían hasta de dos pasajeros.

A través de varios portales en internet, se conoció que el escenario era parecido en diversas zonas de los estados Lara, Portuguesa y Yaracuy.

Posición de los transportistas

A juicio del presidente del Sindicato Automotor, Erick Zuleta, el lunes trabajó menos del 50% de transporte público en Lara por falta de gasolina.

La Federación Nacional de Transporte reportó a medios de comunicación del estado fallas en suministro de combustible en Lara, Portuguesa y Yaracuy.

Dijo Zuleta que desde el jueves sólo se conseguía gasolina de 91 octanos y este lunes se agravó el desabastecimiento.

“La Federación Nacional del Transporte no ha recibido del gobierno nacional explicación a la falla en despacho de gasolina”, testificó Zuleta.

A mediodía, arribaron varias gandolas de combustibles a las estaciones de servicio más estratégicas de Cabudare, dejando relegadas a las situadas en las proximidades de la ciudad.

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