En la noche de este miércoles, de varios impactos de bala fue asesinado un funcionario policial estadal adscrito a la Brigada Canina. Se trata del quinto policía asesinado en nuestra región en lo que va de año y, el número seis, incluyendo a un policía nacional.
Los vecinos de la manzana cero de la urbanización Las Sábilas, en la parroquia Tamaca, escucharon las detonaciones y cuando salieron a observar qué pasaba se encontraron con una imagen dantesca: en la cuarta calle estaba el cuerpo de un hombre que lo cubría la sangre.
El oficial Oliver José Mendoza Gutiérrez, de 21 años de edad, estaba tirado en el piso malherido. En un principio, los residentes trataron de ayudarlo sólo que a los pocos minutos expiró. Toda la comunidad rodeó al hombre que servía al Cuerpo de Policía de Lara desde hace un año.
El comisario Luis Rodríguez, comandante del cuerpo de seguridad, lamentó el suceso y envió a una comisión hasta el sitio para dar apoyo a los compañeros destacados en el módulo del urbanismo popular ubicado en la vía Duaca.
Se conoció de manera extraoficial que Mendoza Gutiérrez vivió durante un tiempo en esta comunidad, conocida por su alta peligrosidad, y recientemente se había mudado a otro lugar de la ciudad para evitar toparse con los delincuentes de la zona, sin embargo, anoche unos antisociales de las manzanas N y C, lo habrían interceptado para quitarle la vida.
Aparentemente el joven policía se encontraba en Las Sábilas haciendo una visita sentimental a una de las muchachas del sector. Sus familiares y compañeros de labores estuvieron en la morgue a la espera del cadáver para darle cristiana sepultura. Por su parte, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) llevan a cabo las investigaciones correspondientes.
Por su parte, los vecinos continúan solicitando cooperación de los organismos de seguridad para combatir el hampa en la zona. Se trata de un peligroso urbanismo que tiene si bien cuenta con un módulo policial y punto de control de la Guardia Nacional, aparentemente, no se da abasto entre tanta delincuencia.
Mientras tanto, los habitantes continúan sufriendo por los atracos a mano armada, robos de vehículos y asesinatos.
Foto: cortesía/ Edickson Durán
