A pocos metros de la avenida La Salle, inicia una hilera de desechos, basura y escombros que culmina en un terreno abandonado, próximo a la urbanización Antonio Carrillo. La podredumbre se agudiza con la actividad comercial del mercado El Obelisco, pero el desolador panorama queda oculto detrás de las inconclusas Torres del Sisal.
A pesar de las publicaciones en redes sociales que realizara días atrás el Instituto Municipal de Aseo Urbano y Domiciliario de Barquisimeto (Imaubar), en las cuales anunciaban que habían realizado un operativo de limpieza en la zona, el monte y la basura sigue siendo la escena a observar en este espacio, que como consecuencia del abandono, se ha convertido en foco de contaminación y delincuencia
Así lo denuncia Ismelda Gómez, con 36 años de residencia en la zona, quien además refirió que en 2012, cerca de 120 familias invadieron el terreno abandonado, pero fueron desalojadas por la Guardia Nacional, puesto que sobre el espacio Funrevi construiría una escuela. Al gobernador Henri Falcón le solicitaron una cancha, pero les respondieron que el predio era reponsabilidad del Gobierno nacional.
“Si eso no estuviese tan sucio, si allí hubiese algo de utilidad, no se prestaría para robo y consumo de drogas, pero mientras eso esté abandonado, seguirá en mano de los malandros”, comentó Gloría Portillo, habitante del conjunto residencial, cuya salida da hacia estos terrenos.
Continuas peticiones
María Pineda, miembro del consejo comunal de Antonio Carrillo, explicó, con oficios en mano, que en reiteradas ocasiones se han dirigido a Corpoelec (desde 2012), Emica, Imaubar y al alcade Alfredo Ramos, para solicitar dotación de luminaria, limpieza del dren que atraviesa las manzanas, limpieza del terreno abandonado y mejora de la plaza Antonio Carrillo, también Patrimonio Cultural de la Nación, sin embargo, no han obtenido respuesta satisfactoria.
Detalló que el 4 de febrero de 2014 el alcalde Alfredo Ramos firmó un oficio para el arreglo de la plaza. Con este debían dirigirse al Imvi, pero allí les respondieron que desde la municipalidad no trabajarían con consejos comunales.
Queman el monte
Ante la falta de respuesta a sus denuncias, vecinos y empresarios de la zona ha optado por quemar por cuenta propia la basura o alquilar maquinaria pesada para limpiar algunas áreas.
Como lo hizo semana atrás el dueño de uno de los talleres cercanos, quien pagó para que recogieran los restos de animales muertos, basura y monte, que afectaba sus labores.
Caminan por la calle
A pesar del contenido establecido en la Ordenanza de Espacios Públicos de Iribarren, que expresa que las aceras deben permanecer despejadas para el uso de los transeúntes, los comerciantes del mercado El Obelisco dejan allí sus tarantines y mesas de trabajo, impidiendo el paso de peatones.
Más de 60 tarantines obstaculizan el paso del ciudadano común, que camina a toda prisa para evitar ser sorprendido por un malhechor.
Es de destacar que la actividad comercial genera mayor basura en la zona, puesto que se aprecian los empaques y cajas de los artículos ofrecidos por los vendedores.
Inseguro y desolador
Refieren que dicho terreno es utilizado para “enfriar” vehículos robados y que después del horario de mercado, algunos comerciantes se quedan en el lugar, ingiriendo alcohol, con música en alto volumen. Un amplio cují acoge en las tardes a quienes allí consumen drogas. El olor llega a las casas vecinas.
