Algunos alumnos reciben clases bajo los árboles por falta de una adecuada estructura con sus respectivos salones
La Constitución Bolivariana de Venezuela garantiza a todos, sin distinción de clases sociales, una educación en ambientes adecuados, con suficientes espacios, luz y aire, para que niños y adolescentes puedan asimilar las enseñanzas de sus docentes.
Eso no ocurre en El Potrero de Bucare, un poblado al norte de Bobare, parroquia Águedo Felipe Alvarado del municipio Iribarren, donde los alumnos del liceo bolivariano reciben clases en muy deplorables condiciones.
La sede de la institución, con una matrícula de más de 150 alumnos, es una vieja casona donde los docentes hacen esfuerzos sobrehumanos para poder cumplir con sus funciones.
Realmente da vergüenza que en un país cuyo gobierno ha construido modernas edificaciones educativas en otros países, no haya dotado a los jóvenes de El Potrero de Bucare de la estructura que requieren para su liceo bolivariano.
“Esto es insoportable para todos: alumnos, docentes, administrativos, obreros, cocineros y hasta para los representantes porque cuando venimos a alguna gestión nos encontramos con una dirección que más bien parece una bodega”, dijo Yelitza Guarecuco, representante y madre procesadora.
Enfatizó en que tienen problemas para recibir los alimentos que deben preparar en lo que llaman cocina.
“Hoy nos llegó la comida, pero ahora se acabó el gas y el agua no nos llega nunca”, agregó Guarecuco.
Jakeline Jiménez, coordinadora del liceo, mientras secaba el sudor de su frente, ratificó las malas condiciones en que allí se cumplen las actividades educativas.
“El hacinamiento es total, el calor es insoportable, no tenemos agua, no tenemos espacio y los baños no existen”, afirmó.
Algunas de las alumnas intervinieron para indicar que constituye un riesgo hacer uso de lo que llaman servicios sanitarios pues sólo son pozos peores que las letrinas que ya han provocado infecciones en algunas de ellas.
Es tal la carencia de espacios que con frecuencia tienen que dar clases a algunas secciones bajo los cujíes porque los alumnos no caben en ninguna parte.
El profesor Virleone De Santiago, de educación física, también informó que carecen de una cancha para esa materia y por eso deben acudir a la existente en el sur del pueblo, que está completamente destrozada, además de estar muy lejos. Se conoció que anteriormente la matrícula sobrepasaba los 250 estudiantes, pero debido a las condiciones del liceo muchos han emigrado.
Pero los niños o adolescentes, no sólo del Potrero de Bucare sino también de otros caseríos como El Potrero de Ramírez, El Caimito, La Chepa, Matatere y hasta de la parte norte de Bobare, están inscritos allí.
“Por favor a la gente de FEDE o de la Zona Educativa, que nos tomen en cuenta y nos hagan el liceo porque aquí ya no podemos estudiar”, dijo uno de los alumnos.
Existe un proyecto
Desde hace algunos años existe un proyecto para construir una escuela técnica con proyección rural que sustituiría el Liceo Bolivariano El Potrero de Bucare, pero cuando los interesados acuden a FEDE o a la Zona Educativa a preguntar por el mismo no saben darles información alguna.
Son diez años que los niños, adolescentes y educadores han venido padeciendo por las pésimas condiciones en que cumplen sus funciones.
La próxima semana, una comisión conformada por docentes, estudiantes, padres y representantes, estarían planeando una nueva visita a ambos organismos en Barquisimeto para averiguar qué ha pasado con ese ansiado proyecto que de hacerse realidad resolvería el problema a numerosas familias del norte de la parroquia Águedo Felipe Alvarado.
Fotos: Elías Rodríguez
