Miguel Ángel Blanco fue un artista popular que, utilizando a la naturaleza, con imaginación, creó obras que hoy día se conservan, no sólo en Duaca, donde hizo vida, sino también en otros lugares de Venezuela, y hasta fuera de nuestro país.
Nacido en 1921 en Santa Ana, estado Trujillo, transcurrió la mayor parte de su vida en Duaca, donde falleció a los 98 años, aún moldeando las figuras exhibidas en museos y otras instituciones.
Jorge Luis y Andrés Eloy Blanco, dos de sus hijos, se han preocupado por conservar la herencia artística que les dejó, algunas de las cuales se exhiben en su restaurant con nombre poético, El sueño azul del Negro Blanco.
Por allí han pasado personalidades de renombre mundial, como Pablo Neruda y su esposa Matilde, Rómulo Gallegos, Alirio Ugarte Pelayo, Simón Díaz y otros, que mostraron su admiración por cada una de las figuras.
“El Negro” Miguel Ángel recorría los bosques cercanos a Duaca en busca de raíces o bejucos de Guagüilla a las que pudiera darles figura con su imaginación.
A él se le atribuye en gran parte el desarrollo del Bejuquismo en Venezuela y una de sus obras, que aún puede ser admirada en el establecimiento, es la denominada, Amonestación, ganador de premios.
Se trata de un cuadro de, aproximadamente, 3 x 2, en el que aparece una persona mayor amonestando a otra menor en presencia de una tercera.
Andrés Eloy recuerda que su padre llegó a tener más de cien piezas hechas con raíces o bejucos, e incluso, que llegó a exponer en el Instituto de Arte de la Universidad Central de Venezuela, obteniendo el primer lugar con la obra señalada previamente.
Los descendientes del “Negro” Blanco desearan ubicar las piezas que están en manos particulares, en Duaca, Barquisimeto, Caracas y otras ciudades, incluso de otros países, para organizar una exposición como homenaje al desaparecido artista popular.
Además de Amonestación, se conservan varias individuales con sus correspondientes nombres, como Faena Torera, Leproso y Decadencias, la mayoría moldeadas en raíces.
